El gobierno de España lleva meses preparando la Presidencia semestral del Consejo de la Unión Europea que comienza mañana, día 1 de julio, y finaliza el 31 de diciembre. Durante estos meses, España debe, entre otras funciones, planificar y presidir las sesiones del Consejo y las reuniones preparatorias.
Dos acontecimientos recientes, sin embargo, pueden empañar o alterar estos preparativos:
1. Los resultados de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo: un varapalo tan inesperado y tan fuerte para los socialistas, que Pedro Sánchez ha decidido adelantar las Elecciones Generales al 23 de julio.
Logo de la Presidencia española del Consejo de la UE2. La coincidencia de las Elecciones y concretamente de la campaña electoral (del 7 al 21 de julio) con los primeros pasos de las actividades y convocatorias programadas por la presidencia española de la UE.
El Partido Popular teme que algunos de estos actos puedan convertirse en propaganda electoral en beneficio de los socialistas y están reclamando cambios en la Agenda del semestre europeo.
El presidente del Gobierno anuncia el adelanto de las eleccionesPor ejemplo, estaba previsto que Pedro Sánchez presentara el 13 de julio las prioridades del semestre en el Parlamento Europeo. Esta presentación se ha pospuesto hasta septiembre. Otros actos también han tenido que cambiar de fecha por los mismos motivos.
Los actos principales programados durante la Presidencia española no sufrirán cambios: La cumbre de la OTAN (12 de julio) en Vilna (Lituania), la cumbre UE-CELAC (17-18 de julio) en Bruselas y el Consejo Europeo de Granada (5-6 de octubre) continuarán desarrollándose en las fechas y ciudades previstas.
Esteban González Pons, vicesecretario del Partido PopularPero el nerviosismo de los populares llega a tal punto, que Esteban González Pons, vicesecretario del PP, ha pedido que se suspendan todos los actos que se van a celebrar en España o que se trasladen a Luxemburgo o Bruselas para que no coincidan con la campaña electoral.
A ojos de los socialistas, esta iniciativa es un dislate: no solo las ciudades de Vigo, Valladolid, Tarragona, Logroño, Bilbao o Las Palmas, donde están previstas en julio reuniones del Consejo de la UE (Agricultura y Pesca, Transportes y Comunicaciones, Medio Ambiente, COREPER...) se verían perjudicadas por el posible traslado. También perjudicaría la imagen de España en Europa, ya que no existen antecedentes de este tipo de iniciativas.
El PP se siente fuerte tras el 28-M y está convencido de que llegará a La Moncloa el 23-J. La pregunta es: ¿Mantendrá las líneas maestras que Sánchez presentó el 15 de junio?
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