Guerra de suscripciones

Casi sin darnos cuenta nos hemos visto inmersos en una guerra de suscripciones a las nuevas plataformas de música, de televisión, de periódicos digitales...

Hoy vamos a hablar de las suscripciones digitales a los periódicos .

Desde que hace dos años los periódicos, con El Mundo a la cabeza, decidieron introducir después de muchas dudas y vacilaciones el muro de pago, la carrera a la baja por ganar seguidores (iba a decir lectores) ha sido incesante:

La Vanguardia y ABC son los "más caros" y presentan una oferta similar (99€/año),  lo que supone que pagaríamos 20 céntimos/día.

  

El País, que al principio (mayo de 2020) lanzó una suscripción anual por 120€/año, en una oferta "válida 48 horas" presentaba el pasado día 24 una suscripción durante dos años por 99 euros (antes 240 €), es decir, a 13 céntimos/día.

El Mundo ofrece una suscripción todavía más barata: 69€/año, es decir, 10 céntimos/día.

El Español se lleva la palma con su oferta Flash: "suscríbete antes del próximo miércoles y nos leerás todo el año por 39 euros, por poco más de un céntimo al día"

A pesar de las rebajas, los resultados no son los esperados.  Los datos de suscriptores en el pasado mes de julio eran los siguientes:

1. El País.........................109.000 suscriptores

2.El Mundo........................80.000

3. eldiario.es......................60.000

4. La Vanguardia...............50.000

5. El Confidencial..............30.000

A pesar de que El País ha alcanzado ya los 120.000 suscriptores y pretende llegar a los 150.000 antes de finalizar el año; a pesar de sus ediciones en Brasil y México, su cifras de suscriptores no son comparables con otros periódicos europeos (The Guardian, 790.000 suscriptores; Le Monde, 385.000) o sudamericanos (Clarín, 260.000; La Nación, 260.000). Y menos con los norteamericanos (NYT, 7,6 millones).

   

Oferta de El País: 0,08€/día

Ante estas cifras raquíticas que definen el panorama de las suscripciones digitales a los periódicos en España, no estaría de más hacer algunas preguntas:

A estos precios, ¿merecen la pena los muros de pago?

¿Están dispuestos nuestros periódicos a practicar el dumping para ganar esta batalla?

¿Durante cuánto tiempo podrán mantener esta carrera suicida?

Carta a Ana Iris

Su artículo "Si Europa se tira por un puente" merece un comentario en este blog.

Tengo que reconocer algunas de las verdades que allí se recogen. Por ejemplo, ese paternalismo con el que Europa (o nuestros políticos en su nombre) trata a sus ciudadanos. 

No estoy de acuerdo, en cambio, con lo que da pie a su artículo: Las declaraciones del ministro Escrivá  en relación con la necesidad de alargar de jubilación y que ha levantado una ola de indignación en las redes sociales. 

                              José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social

Y no lo estoy por varios motivos (siempre partiendo de la base de una jubilación VOLUNTARIA: "La edad de jubilación es un derecho, no una obligación", según Escrivá):

1. Alargar la edad de jubilación no es una imposición de Bruselas. 

2. La esperanza de vida de los españoles se ha duplicado en el siglo XX: de 40 años, ha pasado a 80. Lo mismo ha sucedido con la calidad de vida. Hay trabajos que requieren una jubilación antes de los 60, pero otros permiten alargar voluntariamente la vida laboral.

3. En mi caso concreto, podría haberme jubilado a los 60 años, pero me he jubilado con 62 por motivos ajenos a mi voluntad que no vienen al caso y mi propósito era, si la salud lo permitía, continuar hasta los 65.

Sí, yo hubiera sido un candidato perfecto para ese "cambio cultural" del que Escrivá habla y que el país necesita: empezando por los horarios (no hay manera de terminar el prime time a las 12 de la noche), los desplazamientos urbanos e interurbanos, la organización del trabajo y del tiempo libre, el consumismo...

Usted es joven y todavía no puede comprender que, en este país, además de la discriminación de género, existen otras y concretamente la discriminación por edad. Pero no se preocupe, pronto comenzará usted a notarla.

Me gustaría ver por una mirilla cuando llegue su edad legal de jubilación. En buenas condiciones de salud, ¿dejaría usted voluntariamente de publicar sus bien remunerados libros, artículos o conferencias?  ¿Le gustaría que una ley le obligara a elegir entre cobrar su pensión o continuar con sus publicaciones?

Imagino que no. Tal vez por las mismas razones de otros europeos que usted cita en su artículo (Borrell, Solana) no lo hacen. De otros españoles que han cumplido los 70 años y ocupan importantes puestos en instituciones públicas o empresas privadas (Isidro Fainé, Francisco M. Fernández Marugán, Antoni Brufau, Manuel Castells, Ignacio S. Galán...) hablaremos otro día, pero me pregunto: ¿solo los privilegiados tienen DERECHO a trabajar después de la edad legal de jubilación?

Ah! Si Europa se tira por un puente...todos vamos detrás. Nos ha quedado bien claro con lo sucedido, por ejemplo, con la crisis del Euro.

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