Somos muchos los que soñamos con el verano, Con el descanso, con los viajes, con el mar, con la montaña, con el regreso al pueblo o a la ciudad... Pero el verano nos trae también ecos, cada vez más lejanos, de la Guerra Civil Española: Del golpe militar contra la II República aquel 18 de julio de 1936; del asesinato de García Lorca; de aquel 24 de agosto de 1944 en el que "La 9" liberó París; o el goteo diario de noticias sobre exhumación de fosas...
Tenemos una deuda pendiente con la Guerra Civil Española (GCE). Cada uno puede saldarla como mejor le parezca. Yo la saldo procurando acercarme cada vez más a la verdad, ampliando todo lo posible mis lecturas sobre los trágicos acontecimientos de esos años, buena parte de los cuales me llegaron deformados en la escuela, mientras las familias guardaban silencio
Este verano he leído La Guerra Civil Española, de Antony Beevor (Ed. Crítica, 2005) que cierta revista especializada presenta así: "Es la primera Historia General de la GCE que se publica en 40 años y está destinada a reemplazar a las viejas síntesis de H. Thomas y G. Jackson, desfasadas..."No lo tengo tan claro. El libro de Beevor presenta una serie de ventajas para el lector y algunos inconvenientes para el especialista.
La ventaja para el lector es que un libro de 900 páginas puede ser devorado en, digamos, unos 15 días: Los 39 capítulos tienen una extensión media de 15 páginas y Beevor tiene la capacidad de enganchar con una narración atractiva -en eso me recuerda la lectura de Los europeos, de Orlando Figes- de unos hechos complejos, en particular el desarrollo de batallas como El Jarama, Guadalajara o Teruel.
El especialista puede encontrar algunos inconvenientes: Es, en palabras de Ángel Viñas, un "libro de libros", es decir, Beevor se ha leído todo lo que han escrito otros historiadores -la mayoría españoles- y no añade casi nada nuevo. Dice que ha utilizado los archivos de Alemania y de Europa del Este para iluminar ciertos episodios de la guerra, pero la verdad es que no cita ni un solo archivo (público o privado) español.
Además, el lector que se ha acercado a otros libros de la GCE puede comprobar que la descripción de los principales problemas de España a principios del siglo XX (el problema agrario, el militar, la Iglesia, el analfabetismo...) es correcta, pero de la economía y de la situación internacional se dan solo unas pinceladas, disueltas además en diferentes capítulos.
Para no alargar esta entrada, diré que me resulta chocante que Beevor afirme que "La Guerra Civil Española es uno de los pocos conflictos modernos cuya historia la han escrito con mayor eficacia los perdedores que los vencedores". Durante los 40 años de la Dictadura, no se pudo escribir más que la historia de los vencedores. De los 40 años de Democracia, más de la mitad han estado dominados por un pacto de silencio y solo en la segunda mitad comienza a hablarse de Memoria Histórica, un concepto que provoca un sarpullido a toda la derecha...
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