martes, 30 de noviembre de 2021

Educación sin atajos

 Despedimos el mes de noviembre con noticias inquietantes. Y no me refiero ni al volcán ni a la variante ómicron. Ya los medios nos están machacando bastante.

Me refiero a Educación. El 17 de noviembre se publicó el Real Decreto 984/2021 de Evaluación, Promoción y Titulación para Enseñanza Primaria, Secundaria y Bachillerato en el que se recogen algunos aspectos que vamos a comentar:

 a) la supresión de los exámenes de recuperación (lo que antes llamábamos exámenes de septiembre)

b) pasar de curso no estará relacionado con el número de suspensos  

c) podrán obtener el Título de ESO los alumnos que "a juicio de los docentes", hayan adquirido las competencias establecidas (y el de Bachillerato con un suspenso)

         

¿Tienen sentido estas medidas?

La supresión de los exámenes de recuperación estaba "cantada": Antes, durante los meses de verano, el alumno podía repasar aquellas materias que no había podido superar en junio. Pero hace unos años, se decidió pasar los exámenes de septiembre a finales de junio o primeros de julio. Es decir, los chavales tenían que examinarse en unos días para aprobar. Este sistema tenía el riesgo de convertirse en un coladero.

Que un alumno de primaria o Secundaria pueda pasar de curso con un suspenso...vale. Lo que no es de recibo es que pase de curso con 16 suspensos. En este caso pasaría "por imperativo legal", ya que la ley establece que solo se puede repetir una vez durante la Primaria y dos veces durante toda la Enseñanza Obligatoria.

Otro tanto puede decirse a la hora de obtener un título de ESO. En la práctica sucede que los alumnos menos preocupados por aprobar y que han hecho la vida imposible a compañeros y profesores, son ahora los más interesados en obtener el título y no les importa para eso remover Roma con Santiago. Los profesores reciben presiones de todas partes (de familiares del alumno, de vecinos y, a veces, del equipo directivo, presionado a su vez por la Consejería de Educación, y hasta por una parte de sus propios compañeros).

La Consejería y el Ministerio de Educación quieren buenos resultados y reducir el número de repetidores ya que, en la actualidad, casi el 30% de los chavales de 15 años ha repetido en primaria o en Secundaria por lo menos en una ocasión. Unas cifras que nos sonrojan en la UE.



Pero en Educación no valen atajos. Educación necesita recursos. En España (2018) el Gasto Público en Educación era el 4,21% del PIB, mientras que en algunos países de la UE superaba el 7% (Dinamarca, 7,8%; Noruega y Suecia, 7,6%). Recursos que ayudarían a mejorar ciertas instalaciones que parecen más carcelarias que escolares, a reducir el número de alumnos por aula (como dice Nuccio Ordine, los estudiantes no son pollos de engorde) y a detectar a tiempo las dificultades y las potencialidades de cada alumno.

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martes, 16 de noviembre de 2021

Los interinos y el maná europeo

El pasado día 11 se anunciaba que "Los interinos que lleven cinco años en su plaza podrán ser fijos opositar". La noticia ha levantado una polvareda en redes sociales.

Uno, que ha sido cocinero antes que fraile, se siente incómodo a la hora de evaluar esta decisión del Gobierno. Naturalmente, la hubiera abrazado con júbilo si se hubiera tomado durante alguno de los cinco penosos años que pasé como interino, con sus correspondientes traslados, con amenazas de quedarte en la calle y, en alguna ocasión, hasta seis meses sin cobrar, con unas Navidades por medio que mi mujer y yo pasamos preparando unas oposiciones que luego no fueron convocadas.

                

Pero, por otra parte, de las oposiciones tal vez pueda decirse algo parecido a lo que decimos de la democracia, que es el "sistema menos malo" de acceso a la función pública. 

 En España, según la fuente estadística que se maneje, hay entre 600.000 y 1.100.000 interinos, la mayoría en Sanidad y Educación, y sus condiciones laborales se han precarizado en los últimos años con contratos más cortos y en distintas provincias de su Comunidad Autónoma y, en muchas ocasiones, sin cobrar de julio a septiembre. Todo eso sin contar los servicios prestados durante la pandemia, que ahora las distintas administraciones "recompensan" con despidos masivos.

La Unión Europea ha llamado la atención al Gobierno español sobre el excesivo número de interinos (entre el 23 y el 31% de los trabajadores públicos en España)  e insta a reducir su número hasta un 8% en 2024...si quiere recibir los fondos europeos.

La pregunta es: ¿Suprimir la oposición para este colectivo es una medida en la buena dirección o se trata de un atajo del Gobierno para seguir recibiendo el maná europeo?

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