Despedimos el mes de noviembre con noticias inquietantes. Y no me refiero ni al volcán ni a la variante ómicron. Ya los medios nos están machacando bastante.
Me refiero a Educación. El 17 de noviembre se publicó el Real Decreto 984/2021 de Evaluación, Promoción y Titulación para Enseñanza Primaria, Secundaria y Bachillerato en el que se recogen algunos aspectos que vamos a comentar:
a) la supresión de los exámenes de recuperación (lo que antes llamábamos exámenes de septiembre)
b) pasar de curso no estará relacionado con el número de suspensos
c) podrán obtener el Título de ESO los alumnos que "a juicio de los docentes", hayan adquirido las competencias establecidas (y el de Bachillerato con un suspenso)
¿Tienen sentido estas medidas?
La supresión de los exámenes de recuperación estaba "cantada": Antes, durante los meses de verano, el alumno podía repasar aquellas materias que no había podido superar en junio. Pero hace unos años, se decidió pasar los exámenes de septiembre a finales de junio o primeros de julio. Es decir, los chavales tenían que examinarse en unos días para aprobar. Este sistema tenía el riesgo de convertirse en un coladero.
Que un alumno de primaria o Secundaria pueda pasar de curso con un suspenso...vale. Lo que no es de recibo es que pase de curso con 16 suspensos. En este caso pasaría "por imperativo legal", ya que la ley establece que solo se puede repetir una vez durante la Primaria y dos veces durante toda la Enseñanza Obligatoria.
Otro tanto puede decirse a la hora de obtener un título de ESO. En la práctica sucede que los alumnos menos preocupados por aprobar y que han hecho la vida imposible a compañeros y profesores, son ahora los más interesados en obtener el título y no les importa para eso remover Roma con Santiago. Los profesores reciben presiones de todas partes (de familiares del alumno, de vecinos y, a veces, del equipo directivo, presionado a su vez por la Consejería de Educación, y hasta por una parte de sus propios compañeros).
La Consejería y el Ministerio de Educación quieren buenos resultados y reducir el número de repetidores ya que, en la actualidad, casi el 30% de los chavales de 15 años ha repetido en primaria o en Secundaria por lo menos en una ocasión. Unas cifras que nos sonrojan en la UE.
Pero en Educación no valen atajos. Educación necesita recursos. En España (2018) el Gasto Público en Educación era el 4,21% del PIB, mientras que en algunos países de la UE superaba el 7% (Dinamarca, 7,8%; Noruega y Suecia, 7,6%). Recursos que ayudarían a mejorar ciertas instalaciones que parecen más carcelarias que escolares, a reducir el número de alumnos por aula (como dice Nuccio Ordine, los estudiantes no son pollos de engorde) y a detectar a tiempo las dificultades y las potencialidades de cada alumno.
---------------------
Noticias relacionadas:
- Andalucía quiere someter a votación del profesorado si alumno de ESO pasa con 3 suspensos
- La formación de jóvenes españoles en educación mediática, en estado de coma
- La memoria democrática, ausente en el nuevo currículo escolar...
- "Si dejas un aula de 30 alumnos en 15 verás un gran impacto en sus resultados"
Ya se ve lo que interesa la Educación a los gobiernos. Poca inversión y poca exigencia de esfuerzo...no se vaya a traumatizar el alumno. Y así andamos con unos malos resultados, de los peores de la UE.
ResponderEliminarAsí es, Fernando. La puesta en marcha de la LOMLOE está resultando de lo más decepcionante. Y más para la enseñanza pública. Y ellos lo saben: envían a sus hijos a la privada.
EliminarCabría decir que el fracaso (escolar) es un fracaso de los políticos, no del alumnado.
ResponderEliminar¡Valiente farsa!. Bueno, como casi todo.
Un abrazo.
Al fracaso escolar, Blas, contribuye toda la sociedad que demuestra que no tiene claro cuáles son sus prioridades y abandona la educación a la buena voluntad de un puñado de kamikazes.
EliminarUn abrazo