viernes, 25 de agosto de 2023

Lectura fácil

Para evitar confusiones, lo diré desde el principio: no voy a hablar ahora del libro de Cristina Morales. Tal vez en otra ocasión.

Más bien me dirijo a aquellos que, a estas alturas del verano, buscan un libro fácil de leer, entretenido, bien contado, sin palabras rebuscadas ni frases alambicadas, basado en hechos reales y que al final te deje un cierto poso. 

Hablo del libro Memorias de Cine (2023), de Emilio Gutiérrez Caba, en el que repasa sus 60 años como actor de cine español.

¿Es Gutiérrez Caba el actor más prolífico del cine español? Seguramente: ha participado en más de cien largometrajes y 23 cortometrajes y ha recibido 32 premios (entre ellos dos Goya) y nominaciones. Y todo eso sin contar con su trabajo en teatro, televisión y publicidad.

 Gutiérrez Caba cuenta anécdotas de los rodajes de esas películas entre las que, naturalmente, unas fueron buenas para la crítica (Nueve cartas a Berta, La caza...) y otras lo fueron para crítica y taquilla (Las bicicletas son para el verano, Boca a boca...). 
Pero también hizo películas que se han visto "en el mundo entero, pero no aportan nada interesante a la filmografía" (Me olvidé de vivir), pelis que han pasado sin pena ni gloria (La petición...) y muchas pelis malas (sin noticias de Dios, Reflejos...).


Esas anécdotas, adobadas con alguna pincelada crítica a la situación del cine español, son la base de esa lectura fácil, pero...el lector exigente tal vez le pediría más. Por ejemplo: el libro comienza en 1963, cuando Gutiérrez Caba tenía ya 21 años. No hay la más mínima referencia a su infancia, su familia, sus estudios, a su barrio, a los años de posguerra... 

Otro ejemplo: Gutiérrez Caba ha sido dirigido por grandes directores (Saura, Miró, Camus, Chávarri, Alcoriza, Gómez Pereira, Medem...) y ha compartido protagonismo con grandes actores (desde Fernando Fernán Gómez, Adolfo Marsillach o María Casares hasta Antonio Banderas, Resines, Bardem...) y nos quedamos  con las ganas de saber un poco más sobre ellos.

En resumidas cuentas, una lectura amena y refrescante que tal vez no cambie "el destino de un alma" (Marcel Prevost), pero puede ser muy apropiada para este tórrido verano y para abrir boca: El buen lector ha mordido el anzuelo y ahora querrá saber más sobre la historia y los personajes del cine español, unas veces tan alabado y otras tan denostado.

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martes, 15 de agosto de 2023

Sevilla, Cine Europeo, noviembre...

El Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF), "un referente del panorama cinematográfico  europeo", ha vivido la semana pasada uno de los momentos más difíciles de sus 20 años de historia.

El pasado miércoles día 2 de agosto Minerva Salas, delegada de Cultura en el Ayuntamiento de Sevilla dejaba caer, en una entrevista  en la Ser, que el Festival de Cine no se celebraría este año:

Se trasladaría a la primavera de 2024, para no coincidir con la Gala de los Grammy Latinos que se celebrará a en Sevilla entre el 12 y el 16 de noviembre. Normalmente el Festival se desarrolla en la primera quincena de noviembre.

Estas declaraciones "con nocturnidad y alevosía" (a tres meses de su celebración) abrieron la caja de los truenos en el sector audiovisual andaluz, en buena parte de los 75.000 espectadores que en ediciones anteriores han seguido el Festival y en los medios de comunicación y redes sociales.

    El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz (PP), en la reunión con el sector audiovisual andaluz (EFE)

¿No es lo mismo celebrar el Festival en noviembre que en primavera?

Al parecer, no. Si el Festival lleva 20 años celebrándose en noviembre no es por casualidad. Es una cita marcada en rojo en la agenda de productores, directores, guionistas, distribuidores, patrocinadores e instituciones relacionadas con el mundo audiovisual. Por ejemplo, la Academia de Cine Europeo (EFA) anuncia ahí los candidatos a los Premios del Cine Europeo.

Trasladarlo a primavera no es solo dislocar estas agendas. Es también emparedarlo entre la Semana Santa, la Feria de Sevilla y el Rocío y entre Festival de Málaga (marzo) y el de Cannes (mayo): ¿Quién va a acudir en estas circunstancias al Festival de Sevilla?

Pero lo peor no es el cambio de fechas. Lo peor son las dudas que genera la política cultural del PP. No era aventurado relacionar estos cambios en Sevilla con la "cultura" de la cancelación que muchos ayuntamientos del PP-VoX están llevando a cabo: Briviesca, Palma de Mallorca, Valdemorillo, ToledoBurriana, Elche...

El Festival de Sevilla ha tenido mejor suerte: tras una reunión del Alcalde de Sevilla con representantes del sector audiovisual, se ha llegado un acuerdo: se descarta la celebración del certamen en primavera. Sevilla, Cine Europeo y noviembre continuarán unidos en 2023 y en sucesivas ediciones...




martes, 1 de agosto de 2023

Después del 23-J

 Mucho se está hablando y escribiendo estos días acerca del "fracaso" de la campaña electoral de Feijóo y del éxito de la segunda semana de la campaña de Sánchez.

¿Han sido los errores en el planteamiento de esta campaña los que han impedido a Feijóo alcanzar un mayor número de escaños o se puede establecer un patrón de comportamiento en el PP si miramos anteriores campañas?



Después de la lectura del libro de María Antonia Iglesias La memoria recuperada (Ed. El País, 2003) y concretamente del testimonio de Alfredo Pérez Rubalcaba (pp.653-691) uno puede pensar que en el PP han cambiado los nombres (Aznar por Feijóo; Javier Arenas por Cuca Gamarra...) pero que algunas pautas de comportamiento continúan 30 años después.

Pérez Rubalcaba se refiere a las elecciones de 1993, en las que el PP parecía contar con todo a su favor (un PSOE dividido entre guerristas y renovadores, y muy debilitado ya por la corrupción: casos Mariano Rubio, Roldán, fondos reservados...), en los siguientes términos:

1. "Las encuestas decían que podíamos perder y el resultado permitió que saliéramos muy reforzados. También es cierto que el PP nunca encajó esa derrota electoral (...) Javier Arenas y Alberto Ruiz Gallardón dieron una rueda de prensa cuestionando la legitimidad y el resultado de las urnas.

2. Aznar decidió su estrategia la noche de las elecciones (y debió pensar): "He perdido por Televisión Española..."

                              Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro de la Presidencia (1993-1996)

3. Rubalcaba habla de una pinza mediático-política brutal, que "mantenía a los medios dando leña y a la oposición también". Hasta tal punto que Luís María Anson llegó a reconocer en privado a Rubalcaba: "Llegamos a la conclusión de que no podríamos echaros si no era con las malas artes".

4. En la campaña del 93, todo valía para el PP, "incluso la utilización de la lucha antiterrorista" para criticar la acción del Gobierno y del PSOE:  "iban a por todas y no les preocupaba el daño que podían hacer en temas de Estado".

5. En definitiva, "La gente tenía miedo a la derecha y a lo que suponía".

En este testimonio de Rubalcaba se pueden establecer ciertos paralelismos (en las encuestas, en la pinza mediático-política, en las reacciones del PP, en su estrategia del "todo vale", en el miedo a la (extrema) derecha...) entre lo que pasó en 1993 y lo que está pasando 30 años después, en 2023

En tiempos de Casado, el PP se planteó salir de su sede de Génova 13, un proyecto que parece que se ha desechado después. No era una idea descabellada ya que los fantasmas del 93 parecen pulular todavía por allí a sus anchas.

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