Noticias de Educación

 El riesgo de conflicto en Ucrania o el duelo fratricida en el PP abren estos días los informativos de prensa, radio y televisión, desplazando a un segundo plano otras noticias de interés social, económico y cultural.

En el terreno educativo, se han producido en las últimas semanas al menos cuatro noticias (El Gobierno propone un examen especial para entrar en Magisterio, La pandemia contribuye a reducir el abandono escolar, La pandemia impulsa la jornada escolar continua y La mujeres se alejan de matemáticas e informática) que por su interés, merecería un comentario cada una de ellas, pero en esta entrada me voy a referir solo a la última citada:

La publicación del informe Radiografía de la brecha de género en la formación STEAM (iniciales en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) pone de relieve que, en nuestro país, tras más de cuarenta años de democracia y de políticas públicas a favor de la igualdad, la brecha de género en dichas materias, no solo no tiende a acortarse, sino lo que es peor, tiende a ampliarse.

Un par de ejemplos: En 1985, en la carrera de Informática, las mujeres constituían el 27% del alumnado. En la actualidad, apenas llegan al 12%, es decir, menos de la mitad. Algo parecido pasa en Matemáticas, donde antes representaban más del 50% del alumnado, y ahora son el 36%.

Comparto con Pilar Grañeras, una de las autoras de este informe, que estos y otros datos del informe resultan alarmantes y más si tenemos en cuenta que, en la Sociedad del Conocimiento, el dominio de estas asignaturas va a ser -está siendo ya- imprescindible...si queremos ser algo más que la "huerta" o la "taberna" de Europa.

Pero no puedo estar de acuerdo con Grañeras en que sea suficiente "cambiar el relato". Si desde el Ministerio de Educación se pretende seriamente acabar con esta brecha, es necesaria un política integral desde Primaria hasta la Universidad, sin olvidar estímulos para las alumnas que, pretendiendo iniciar o continuar estos estudios, deben abandonarlos por su situación económica personal o familiar.

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Ulises de Joyce: 100 años

 ¿Puede uno escribir sobre el Ulises de Joyce sin haberlo leído? Debido a la celebración hoy, día 2 de febrero, del centenario de la publicación del Ulises de Joyce (1922), me he permitido esa licencia.

               James Joyce, por Xulio Formoso

Desde mis ya lejanos años en la Universidad, llevo oyendo hablar de Ulises y de Joyce, pero no he tenido el valor de hincarle el diente...todavía. Tengo la impresión de que es un libro difícil, muy difícil y no estoy dispuesto a que me pase con él lo que me pasó con El Quijote:

Tendría yo seis o siete años cuando mi madre, que tenía un gran amor por la cultura pero no tenía estudios porque la Guerra Civil se lo impidió, me ponía un manoseado libro del Quijote en las manos y me decía: "aprovecha el tiempo". Yo me iba a un rincón y trataba de descifrar aquello de "...vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor...", pero lo único que entendía era "lanza". 

Trataba de avanzar con gran esfuerzo. Presumía que si mi madre lo decía, allí se encerraba un tesoro. Pero naturalmente, nunca conseguí a esa edad pasar de las tres o cuatro primeras páginas. Solo bastantes años más tarde, descubrí las ediciones escolares en las que te iban explicando las palabras una a una. Sentí rabia del tiempo perdido y de no haber podido contar con nadie a mi alrededor que me lo hubiera explicado.

No estoy dispuesto a que me vuelva otra vez a pasar lo mismo con Ulises. Para leer a Joyce hay que trazarse un plan de lectura. El mío es el siguiente:

1. Me he leído de cabo a rabo -y me ha parecido corto- el Especial que la revista El Cultural dedica a conmemorar la publicación del Ulises de Joyce. Contiene, por lo menos así me lo ha parecido, unos muy interesantes artículos de Antonio Rivero Travillo, José Ovejero, Nuria Azancot, Gonzalo Torné, José Antonio Gurpegui y Germán Gullón.

2. He leído también opiniones en contra de la lectura de Ulises de Joyce. Por ejemplo, la de  Luís Ventoso, de la que entresaco el siguiente párrafo: 

"...su supuesta obra maestra, el mítico Ulises de Joyce. Las secciones de Cultura rebosarán de alabanzas y por el mundo adelante se organizarán festejos de homenaje. Paparruchas".

3. Estas opiniones en contra no han hecho más que reforzar mi plan de lectura. He ido a la Biblioteca y he sacado la biografía que Richard Ellmann publicó sobre Joyce en 1959 y de la que Anthony Burgess ha calificado ni más ni menos como "la más grande biografía literaria de nuestro siglo".

4. Después de leer la biografía de Ellmann no voy a empezar directamente la lectura de Ulises. Siguiendo la recomendación de Gonzalo Torné  voy a leer antes Retrato del artista adolescente (1916). Y si todo va bien, seguiré por Dublineses (1914).

5. Y si mi viaje lector llega a buen puerto, comenzaré a leer Ulises, pero no por el principio. Seguiré aquí también algunas recomendaciones: "A veces es conveniente saltarse los tres primeros capítulos..." (Gonzalo Torné) y no voy a tratar de seguir una lectura lineal, capítulo tras capítulo. Borges decía que había que leerla a sorbos, y Antonio Rivero sugiere que no es necesario leerlo completo: Ulises "no es la Biblia. ¿Quién lee esta entera? Se parece más a un diccionario que se abre por aquí o por allá. Tiene mucho de menú de degustación".

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