Los líderes de los 27 en Sibiu (Rumanía). (Foto de RTVE)
Siempre me han llamado la atención las noticias que informan que un actor, un músico o un presentador de televisión trabajan el mismo día que ha fallecido su madre. Trato de meterme en su pellejo y no sé si yo tendría reaños...
Viene esto al hilo del fallecimiento de Alfredo Pérez Rubalcaba y la interrupción de la campaña para las elecciones municipales, autonómicas y europeas.
Me pregunto si el mejor homenaje de los socialistas no hubiera sido reunir todo el coraje del mundo e intentar proseguir la campaña con 'normalidad', siguiendo aquel consejo que Rubalcaba diera a los suyos en su día: "Lo que toca, compañeros, es trabajar, trabajar y después trabajar".
Y lo mismo cabe decir de Sánchez, que interrumpió, al ser informado de la gravedad del estado de salud de Rubalcaba, una importante reunión del Consejo Europeo en Sibiu (Rumanía) en donde estaba previsto abordar importantes retos de Europa (seguridad, migraciones, medio ambiente, derecho de veto, innovación...) e ir configurando el reparto de poder en las principales instituciones europeas tras las elecciones.
En los 25 años que llevo siguiendo la actualidad europea, no recuerdo una ocasión (seguramente la habrá habido) en el que un Presidente de Gobierno, que acude a una cumbre europea para defender los intereses de la socialdemocracia europea y los de su país, haya tenido una salida tan abrupta.
Una pregunta para los 'sherpas': ¿Y ahora, qué?