La conmemoración del 30 aniversario de la firma del Tratado de la Unión Europea en Maastricht ha pasado sin pena ni gloria...y sin debate sobre un hecho histórico para España y para Europa.
La UE no es, no puede ser, trending topic. Es más complicado debatir sobre Maastricht que sobre el tortazo de W. Smith, las mascarillas de Medina o el pelotazo de Piqué, que son los asuntos que (re)llenan telediarios y páginas de opinión de nuestros diarios: ¿qué articulista que se precie no ha escrito sobre esto?
No sé cuántas noticias sobre este aniversario os habrán llegado. Espero que sean muchas. A mí solo me ha llegado un artículo "El Tratado que nos unió", firmado por Javier Solana y publicado en El País el 9 de abril, dos meses después de la fecha del 30 aniversario (el 7 de febrero de 1992).
En resumen, el artículo de Solana es un canto a las virtudes y bondades del Tratado. Comparto algunas de sus afirmaciones. Otras son discutibles. Por ejemplo: "El Tratado de la Unión sienta las bases de la democracia europea y el concepto de ciudadanía europea. Sobre esta base, hay que seguir construyendo una sociedad civil...".
Vamos por partes: ¿las bases de una democracia europea?
Los Estados que integran la Unión Europea son democráticos, aunque algunos cada vez lo son menos. Y no señalo solo a Hungría. España ha dejado de ser una democracia plena (1) y ahora es vista como una "democracia defectuosa". En cuanto a Francia, no sabemos qué podría pasar si el próximo domingo Marine Le Pen gana las elecciones.
En cuanto a la Unión Europea, siempre ha arrastrado el sambenito de un histórico déficit democrático.
¿Ciudadanía europea? Muy limitada. Es cierto que podemos circular libremente, vender nuestras mercancías o gastar nuestros euros en cualquier país de la UE. Pero ser ciudadano implica la posibilidad de ejercer unos derechos y estar sujeto a unos deberes: ¿Cuáles son los deberes del ciudadano europeo?
¿Sociedad civil? Es curioso que, cuando Solana habla de la necesidad de contar con la sociedad civil para el proyecto europeo se remita a la Fundación Yuste, fundada también en 1992, pero no haga referencia a la Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE) que se celebra ahora.
En definitiva, Solana traslada una imagen beatífica del Tratado de la Unión Europea: Un Tratado con luces, pero sin sombras. Un relato, desafortunadamente, al que ya nos tiene acostumbrados ciertos "expertos" en la Transición o en la Expo´92, que ahora celebra también su 30 aniversario.
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Notas:
ResponderEliminar1. Sin pena ni gloria: Es difícil encontrar en Internet la huella de algún acto conmemorativo de este acontecimiento histórico. Me temo que ni las cortes españolas ni el Parlamento Europeo lo han recordado. Y si lo han hecho, los medios no lo han recogido...
2. La publicación, dos meses después, del artículo de Solana en El País, es un retraso significativo. Se da la circunstancia de que el 7 de febrero no había empezado la invasión de Ucrania y por tanto no ha podido interferir.
3. No sabemos las consecuencias que para la UE tendría una eventual victoria de Le Pen en Francia. Pero no hay que ser adivino...
4. El debate en torno al déficit democrático de la UE no está cerrado: Unos lo combaten, otros dicen que no hay tal déficit... De todas maneras, que la sociedad civil pinta poco en la UE está claro par los que siguen las noticias sobre la COFOE.
5. En definitiva: no entiendo a los que pretenden subrayar solo los aspectos positivos de Maastricht, de la Transición o de la Expo´92 y enterrar los negativos: ese sería el mejor camino para volver a tropezar en...
Hoy es el día que Francia delimita o proyecta su futuro. La sociedad civil francesa tiene, en esta ocasión, una oportunidad única de encontrar las coherencias o buscarse/nos la ruina.
ResponderEliminar¿Cómo voy a dar la razón a Vargas Llosa sobre que los votantes pueden ejercer su voto pero votar mal? Mal-ejercer su voto.
Pues va a tener razón.
En cuanto al tema de la Unión Europea, siempre cuestionada pero imprescindible, es difícil preveer un futuro ¡Mira que es difícil su filosofía existencial!.
Un abrazo.
La sociedad civil francesa ha perdido una buena ocasión en las elecciones de hoy, Blas: ha habido una alta abstención. Ahora bien, ¿quién tiene la culpa de esa desmovilización?: Los políticos en buena parte, que desconectan cada día más de esa sociedad. En las elecciones pasadas desparecieron Los Republicanos. En estas, los socialistas. En las próximas...
ResponderEliminarSi los votantes ejercen mal su voto, los partidos tiene que espabilar, no hay otra.
Ya ves que en mi escrito apunto el temor a una victoria de Le Pen, más que para Francia, para el futuro de Europa, en un momento en el que deberíamos avanzar, Le Pen daría marcha atrás.
Dicho esto, te diré que Macron me parece bien para Europa. No estoy tan seguro que lo sea para Francia...
Un abrazo
Desafección, dicen los expertos. La desafección hacía los políticos es lo quien tiene culpa de esa abstención.
ResponderEliminarAsí es. Los políticos parecen interesados en alejarnos de los asuntos públicos. Cuanto más lejos, mejor para ellos, peor para nosotros...
EliminarEs triste que así fuera. Una pena.
ResponderEliminarAsí es, Fernando: se ha hablado mucho del aniversario del euro pero de esto, nada. Ni siquiera las instituciones europeas: ¿será que no están muy orgullosos de los que allí firmaron?
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