Destacan tres de sus miembros: Manuel García, el padre, y dos de sus hijas: María Malibrán y Pauline Viardot, que tomaron su nombre artístico de los apellidos de sus respectivos maridos. Pero sin olvidar a Manuel Patricio García, "el más importante profesor de canto de la Europa de la segunda mitad del siglo XIX" (Moreno Mengíbar, 2018: 96).
Manuel García (Sevilla,1775 - París,1832), pasó en un corto espacio de tiempo de cantar tonadillas en Cádiz a ser el tenor elegido por Rossini para el estreno de El Barbero de Sevilla (Roma, 1816).Tras varias temporadas de éxito en París y Londres, en 1825 emprende una gira por Estados Unidos y México, siendo el introductor de la ópera italiana en Nueva York.
Pero Manuel García no fue solo un espléndido tenor. También fue compositor de óperas en castellano, italiano y francés, y de numerosas obras que utilizaba para la formación musical de sus hijos y de sus alumnos. Destacan cinco óperas de salón, entre ellas El poeta calculista, que incluye "La canción del contrabandista", tema que tuvo una gran difusión en la escena europea del XIX.
Por todo ello, resume Andrés Moreno en Los García, una familia para el canto (2018), "Manuel García es ya una parte imborrable de la historia de la Ópera y del Canto" (p.84).
María (García) Malibrán (París, 1808 - Manchester, 1836) era la segunda hija de Manuel García. Su éxito ópera fue fulgurante: A los 17 años ya era la protagonista de El Barbero de Sevilla en Londres y Nueva York, donde se casa con el banquero Eugène Malibrán. Su matrimonio resulta un fracaso. A su vuelta a Europa, giras interminables la llevan de París a Londres, Nápoles, Milán y Venecia, donde se encuentra el Teatro Malibrán.
María Malibrán se convirtió en una fuente de inspiración no solo para los autores románticos del siglo XIX como Alfred de Musset o Pedro Antonio de Alarcón. También lo ha sido para directores de cine del siglo XX como Guido Brignone, Sacha Guitry, Luis Escobar o Werner Schroeter.
Pauline (García) Viardot (París, 1821- París, 1910) perdió a su padre con 11 años y a su hermana con 15. Desde su debut a los 18 años en la Ópera de Londres, comienza sus actuaciones por toda Europa: los teatros de Ópera de Italia, Alemania, Rusia, Francia e Inglaterra fueron testigos de sus éxitos (también La Alhambra de Granada, en 1842) y de una voz prodigiosa que, según los expertos, reunía tres tipos de registro: contralto, mezzosoprano y soprano.
Lo mismo que su hermana María, Pauline despertó una ola de admiración en escritores de su época como Turguénev, Alfred de Musset, George Sand o Flaubert y supo rodearse de una "Corte" de músicos (Berlioz, Gounod, Mayerber, Clara y Robert Schumann, Chopin, Brahms, Wagner, Chaikovski) y pintores (Delacroix, Renoir, Monet, Sisley, Morisot, Scheffer), muchos de los cuales se reunían en su casa de Bougival, cerca de París.
Lo mismo que su padre, dedicó parte de su tiempo a la composición y a la enseñanza. Si tenemos en cuenta que, en aquella época, las mujeres no podían recibir clases de composición, se comprende fácilmente que Pauline no sea autora de sinfonías o conciertos. Sus composiciones son principalmente canciones y música de cámara para sus alumnos o para entretenimiento del hogar. Algo especial debió ver Listz en esas composiciones cuando proclamó que Pauline era "la primera mujer compositora de genio" (Figes, 2020:334).
Por todo ello, y por otras muchas circunstancias imposibles de resumir aquí, la peripecia vital y europea de la saga de los García debería estar presente en nuestros manuales de Historia (Moreno Mengíbar lamenta amargamente que no hay casi nada escrito sobre "los García"), y recordarlos como lo han hecho este año instituciones públicas (el Institut de France organizó en París el coloquio Pauline Viardot l' Européenne; el Festival de Música de Cádiz, le dedicó unas sesiones con el título Pauline Viardot: corazón de Europa) y privadas, como la Fundación Juan March.
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Para saber más:
- Orlando Figes (2020): Los europeos. Tres vidas y el nacimiento de la cultura cosmopolita. Editorial Taurus, Barcelona, 688 páginas.
- Andrés Moreno Mengíbar (2018): Los García. Una familia para el canto. Editado por el Centro de Estudios Andaluces, Sevilla, 244 páginas
Ilustre familia de artistas que ponen muy alto el apellido García.
ResponderEliminarGracias Emilio
Sí, Joaquín, ilustre familia...desconocida por sus compatriotas, a pesar de que llevaron la música española a Europa e inspiraron a músicos, escritores y pintores. Si levantaran la cabeza dirían que somos unos desagradecidos.
EliminarGracias por pasarte, Joaquín.
Me declaro totalmente ignorante de tal familia, aficiones y tradiciones.
ResponderEliminarNo te acostarás.....
Un abrazo.
No puedes imaginar, Blas, mi sorpresa al descubrir a esta familia: Casi a la altura de cuando me enteré de que a Lorca lo habían apresado dos calles más arriba de mi Facultad.
EliminarYa sé que la ópera es ajena a las aficiones de muchos, entre los que me incluyo. Me gustan ciertos pasajes de algunas de ellas, pero nunca he asistido a la representación de una ópera. Es una pena que sea un espectáculo para las élites...aunque no siempre fue así.
Eso no quita que me llame la atención su peripecia humana y la situación histórica que vivieron. Pauline Viardot fue más europea que algunos de nuestros compatriotas hoy.
Un abrazo