domingo, 16 de abril de 2023

Demasiados europeos en Pekín

"Viajaré la semana que viene (a Pekín) también. Como se puede ver, muchos europeos van a China"

Son unas declaraciones de Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, el pasado día 4 de abril a Europa Press. Finalmente, el viaje de Borrell previsto para los días 13-15 de abril, ha debido suspenderse. Pero su afirmación sigue siendo válida. En los últimos seis meses, políticos europeos de primer nivel han viajado a China:

En noviembre de 2022, el canciller alemán Olaf Scholz fue el primer líder occidental en visitar a Xi Jinping después de su tercera reelección. Su visita levantó ampollas no solo en Bruselas ("Berlín mira solo por sus intereses"), en París (Macron le había propuesto un viaje conjunto) y en Berlín (seis ministros de Scholz rechazan las inversiones chinas en el puerto de Hamburgo).



En diciembre de 2022, Charles Michel viaja a China...no se sabe muy bien con qué motivo. Como presidente del Consejo Europeo es "la voz de la Unión Europea" en temas de alto voltaje como la guerra de Ucrania, las relaciones políticas con Rusia y China o la OTAN, asuntos sobre los que los estados de la UE no terminan de ponerse de acuerdo.

A finales de marzo, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, se traslada a Pekín por un doble motivo: Por una parte, la celebración del 50 aniversario del establecimiento, en los años finales del franquismo, de relaciones diplomáticas entre España y China; y por otra, la preparación de la Presidencia del Consejo de la Unión Europea, que España ejercerá a partir del 1 de julio próximo.



El viaje de Sánchez se produce en unas circunstancias especiales: El 24 de febrero, con motivo del primer aniversario de la invasión de Ucrania por tropas rusas, China presenta un Plan de Paz para Ucrania que EEUU y la UE rechazan y, el 20 de marzo, Xi Jinping viaja a Moscú para discutir con Putin su Plan de Paz. En estas circunstancias, "Europa prohíbe a Sánchez que actúe como mediador".




A principios de abril, Macron y Ursula von der  Leyen han estado en Pekín y, aunque mantuvieron una reunión conjunta con Xi Jinping, al que tratan de alejar de Putin. Pero unas duras declaraciones de la presidenta de la Comisión antes del viaje y otras de Macron después, han enturbiado los resultados de este viaje.

Lo dicho, demasiados europeos en Pekín (solo faltaba Borrell) para hacer llegar a rusos y ucranianos, a chinos y americanos "la voz única de la Unión Europea".

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3 comentarios:

  1. A mi me parece todo un cúmulo de despropósitos. Ni soy partidario de unas relaciones europeas con China más allá de unas relaciones distantes; ni soy partidario de las relaciones chinas con América Latina (bloque Pacífico), y tampoco soy partidario de la influencia/explotación china en África.
    China siempre será un país que se mirará al ombligo de sus intereses, y así nos va por hacer "seguidismo chino".
    [Toda una argumentación (ji) sobre mi INSATISFACCIÓN con China].
    Un abrazo.
    [V(B)iajero Insatisfecho]

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    1. Hola Blas: Ya suponía yo tu insatisfacción sobre China después de leer algunas alusiones que has hecho en tu blog sobre su papel en África. No tengo yo tan claro sin embargo que la UE mantenga unas relaciones distantes con China.
      Queramos o no, China puede influir en Moscú para finalizar la guerra de Ucrania que, aunque miremos para otro lado, la tenemos ahí, encima.
      Los medios hablan de la inflación como la peor consecuencia de la invasión de Ucrania, pero ponen sordina al despliegue de armas nucleares en Bielorrusia...
      Un abrazo

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  2. En realidad, solo Lula y China están proponiendo sendos planes de paz para Ucrania. ¿¿Dónde está el plan de paz de EEUU? Y el de la UE?

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