lunes, 24 de noviembre de 2025

Carta a Bustinduy

                                                          A/A. Pablo Bustinduy

                                              Ministro de Consumo


Sé que Consumo tiene que dar la cara en múltiples frentes, como las falsas rebajas del Black Friday, las indemnizaciones por los retrasos de RENFE, las llamadas spam, la publicidad de alimentos no saludables, los problemas relacionados con el Juego, la vivienda, las líneas aéreas...

Lo que voy a contar a continuación son algunos encontronazos recientes que he tenido en el trato y la facturación de ciertas empresas. Naturalmente, esas (desagradables) experiencias vividas en primera persona, no tienen (o tal vez sí) la dimensión de los asuntos mencionados más arriba.

              Pablo Bustinduy, ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030

- Naturgy: ¿Sabías que Naturgy factura por "estimación"? Es decir, no te envía cada mes a un operario para leer tu contador y facturar con exactitud tu consumo. Según fuentes de la propia empresa, Naturgy no tiene esa obligación. En todo caso, el operario mira tu contador un par de veces al año, y lo demás...¡se estima! En mi caso, que paso temporadas fuera de casa, las facturas por estimación se establecen -supongo- por referencia al año anterior, por lo que me han pasado facturas abultadas que no se corresponden con la realidad. 

Llegaron a decirme que, cada vez que me fuera de viaje, tomara yo la lectura de mi contador y se la facilitara a la empresa (!!!). Afortunadamente, después de mis reclamaciones, la empresa ha tenido a bien devolverme ciertas cantidades, pero la falta de transparencia es total.

La Vanguardia: No te avisa si quieres renovar tu suscripción y como has pagado con tarjeta, el banco te dice que no puede hacer la devolución. De pronto ves en tu cuenta que te han facturado un año entero  en un solo pago. No hay posibilidad de pago mensual ni renunciar a tu suscripción. Como he dicho que no quiero renovar la suscripción que termina en diciembre, llevan desde el verano machacándome por tierra, mar y aire: cada día que entro en su web me aparece un banner con una oferta de 12€ para el próximo año. Cualquier día de estos puede que me despiste pulsando la tecla no deseada y mi suscripción quedará renovada...a mi pesar.

Vodafone: Tuve contratada una línea ADSL y televisión durante varios años. Cada vez que me llamaban para ofrecerme bajar mi factura, veía esta aumentada. Me di de baja y aparentemente no hubo problemas, pero a los tres meses me pasaron por el banco una factura de más de 300€.

Me pongo -con dificultad- en contacto con la compañía para que me envíen una factura que justificase tales gastos. A partir de ahí, toda la comunicación con la empresa fue a través de correo electrónico: habían dado también de baja mi línea telefónica. Después de muchas idas y venidas me dicen que "la mitad de la factura" es por no haber devuelto "los aparatos" (no se habían puesto en contacto conmigo para decirme dónde, cómo y cuándo debería hacer esa devolución, pero ya la habían cobrado...por si acaso).

Me dijeron también el minucioso procedimiento para hacer la devolución: No podía entregar los aparatos en una tienda Vodafone, tenía que hacerlo por correo siguiendo un protocolo bien estricto (para facilitarles a ellos el trabajo y poner de paso todas las trabas al cliente). Al final, después de muchas idas y venidas. la factura se quedó en 90€, que les entregué para que me dejasen en paz y olvidarme de ellos.

Y, como no quiero ser un pesado, otro día hablaremos de los bancos. Eso da no sólo para un artículo. Eso da para un serial...Espero que, con la nueva Ley de Servicios de Atención a la Clientela, muchas de mis cuitas, tengan una rápida solución.

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domingo, 9 de noviembre de 2025

M. Rajoy y La última llamada

La última llamada es el título de la serie documental que estos días está emitiendo Movistar+ en la que se repasa la trayectoria de los cuatro expresidentes vivos de la democracia en nuestro país: Felipe González, José María Aznar, José Luís Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.




Creada por Álvaro de Cózar y dirigida por Cibrán Isasi, si tuviera que resumir en un titular mi valoración, diría que se trata de un producto televisivo de calidad, algo de lo que adolecen hoy muchos de los programas emitidos por las televisiones españolas (públicas o privadas).

Bueno, calidad siempre que tengamos en cuenta su propósito: "Hablar de la soledad del poder, cómo se tomaron las decisiones más importantes solos". González  tuvo que decidir si liquidaba a la cúpula de ETA (la policía le había informado de una reunión en el sur de Francia).

 Aznar tuvo que hacer frente al 11-M y Zapatero, a la crisis de 2008. Rajoy se topó con la crisis del euro y con el momento álgido del independentismo catalán, al que aplicó el 155.

La serie ahonda en estas y otras situaciones-límite que los presidentes debieron afrontar, siempre subrayando "el factor humano", pero deja en el aire otros muchos factores históricos. Por ejemplo:

En el capítulo de Rajoy, el último presidente de la derecha española (de momento), no se toca un tema que está de plena actualidad: la creación del Sareb.

La Sociedad de gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) o "Banco malo" que el gobierno de Rajoy, con Luís de Guindos como ministro de Economía, nos vendió que no iba a costar un 1€ a los españoles.

La realidad es, según Eurostat, que la crisis bancaria nos ha costado a los españoles más de 72.000 millones de euros, la factura más alta de Europa (más del doble de lo que le costó a Grecia y el triple de Portugal).

Supongo que nuestros expresidentes estarán la mar de contentos: la serie les da voz, se encuentran arropados por las declaraciones de sus ministros y asesores, no han necesitado en ningún momento pedir perdón por los errores cometidos, y las voces críticas brillan por su ausencia.

He visto en las redes comentarios del tipo: "Después de ver la serie, he visto cuarenta años de historia de nuestro país". Que nadie se engañe: hemos visto un buen documental que humaniza, pero también masajea, a nuestros presidentes. La Historia es otra cosa.

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Noticias elacionadas:

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