Día 18 de julio, Ursula von der Leyen es reelegida presidente la Comisión Europea con el apoyo de populares, socialdemócratas, liberales y Verdes ( PPE, S&D, Renew Europe y Los Verdes/ALE).
En su discurso ante el Parlamento Europeo lanzó un montón de promesas para conseguir los 361 votos que necesitaba. Los eurodiputados compraron su discurso y finalmente obtuvo 401 votos.
Pero algunas de las promesas suenan un tanto arriesgadas:
1. Un plan de prosperidad para Europa. ¿No es demasiado atrevido? Con un estancamiento de la economía en la zona euro, con las tropas de Putin en Ucrania, con Israel machacando Gaza y el riesgo de que el conflicto se extienda, con Trump a un paso de la presidencia de EEUU. Por no hablar de China...
2. Un plan de vivienda europeo: Es más fácil dar titulares que ponerlo en marcha. Europa no tiene competencias en materia de vivienda. No basta con "inyectar liquidez al mercado" y ya, a los pocos días, se han escuchado las primeras críticas a su plan.
3. Compromiso de no dar marcha atrás en el Pacto Verde Europeo. Para ser reelegida, Ursula ha dudado entre buscar el apoyo de Los Verdes o el de ECR de Meloni. A última hora se ha decidido por Los Verdes y, por tanto, continuar las políticas ecológicas, "aunque de una manera pragmática". A saber...
4. Ursula pretende endurecer la política de inmigración, triplicando hasta 30.000 los guardias de fronteras y reforzar Frontex. Pero está claro que la solución no va a ser tan sencilla. Llevamos diez años debatiendo una política común de inmigración y no hay soluciones mágicas.
5. En definitiva, un discurso populista: Ursula ha dicho a cada uno lo que quería oír: a la derecha, blindar a Europa de la inmigración; a Los Verdes, continuar con el Pacto Verde Europeo; a los socialistas, un plan europeo de vivienda; y a los liberales, un plan de prosperidad.
Las promesas de Ursula dibujan una Europa feliz y próspera con dos guerras a sus puertas que contrasta con la visión de Borrell: "Tenemos que estar preparados para circunstancias más difíciles de las que estamos acostumbrados...".
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Pues sí. Qué difícil es contentar a todos y ser coherente, y mínimamente creíble. Y, además, Europa es tan variada!!...
ResponderEliminarLos políticos, a veces (o siempre), tienen esa peculiaridad.
Un abrazo.
Es que no se puede contentar a todo el mundo, Blas. Primero quiso contentar a Netanyahu y, cuando vio que EEUU pasó de un apoyo incondicional a intentar pararle los pies al primer ministro israelí, Ursula comenzó a decir que había que parar la guerra. En fin, segundas partes...
EliminarAbrzs!
PD. ¿Estás ya devuelta?
Mientras redactaba esta entrada, me venía una y otra vez a la cabeza el título de la película "Promesas del Este". Aunque el argumento de la peli no tiene nada que ver con lo escrito, al menos en el título si veo algo en común con las promesas de Ursula
ResponderEliminarLas promesas del Este eran falsas. Las de Ursula, ya iremos viendo. Yo no le voy a negar esos 100 días necesarios para poner sus planes en marcha...
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