Sean los que sean los resultados de las elecciones europeas, que comenzaremos a conocer a partir de las ocho de la tarde, una cosa está clara: no se ven avances respecto a la campaña de 2014, por lo menos en los siguientes capítulos:
1. Primarias. Los grandes partidos no han celebrado unas primarias (o las han tenido 'de aquella manera') para elegir a su cabeza de lista. El único partido que abrió un proceso de primarias fue Podemos. Desdichadamente, como ya anunciamos en su momento, Bustinduy presentó su dimisión ¡a dos meses de las elecciones! y su sustituto ha sido designado.
2. Listas transnacionales. Tampoco hay en esta ocasión "listas abiertas y transnacionales". Gracias al Partido Popular Europeo (PPE), no se han admitido listas transnacionales. Quiere esto decir que, no solo no se han producido avances en este capítulo respecto a 2014. Es que no se han producido avances desde 1979, cuando se celebraron las primeras elecciones democráticas al parlamento Europeo
3. Calendario. Las fechas de las Elecciones al Parlamento Europeo (23-26 de mayo) se habían fijado con suficiente antelación, en 2018. Las elecciones españolas fueron fijadas con posterioridad para el 28 de abril. Algunos analistas señalaron que esta era la peor opción: Las europeas han quedado de "segundo plato" después del "atracón" de las Generales.
Debate de las elecciones europeas (RTVE)
4. Interés. A pesar del llamamiento generalizado, desde instituciones europeas y desde medios de comunicación nacionales, a frenar el avance de la extrema derecha, nada parece despertar el interés de los ciudadanos por las elecciones europeas. Buena prueba de ello es el escaso seguimiento del debate de RTVE: Apenas 800.000 espectadores (5,2% de la cuota de pantalla) lo siguieron.
5. Improvisación. Los partidos no se toman las elecciones europeas en serio. La norma ha sido la improvisación: empezando por Bustinduy o Sami Naïr hasta la polémica sobre la candidatura de Puigdemont o el anuncio de que Junqueras abandonará su escaño en Las Cortes...si sale elegido en las europeas, y pasando por el cambio de chaqueta de Soraya Rodríguez o de Ángel Garrido, Equo ha quedado fuera...¡Incluso el Pequeño Nicolás había presentado una lista a las europeas!
6. Presidente de la Comisión. En 2014, el PPE obtuvo mayoría de escaños en el Parlamento Europeo y Jean Claude Juncker fue nombrado presidente de la Comisión Europea de acuerdo con el artículo 17 del Tratado de Lisboa. Hoy, día 26 de mayo, y a punto de cerrar las urnas, nadie sabe a ciencia cierta si seguirá este sistema o habrá cambios. Seguramente, los habrá.
7. Contexto internacional: El contexto internacional también es peor que el de 2014, año en el que no se divisaba en el horizonte a Trump ni el Brexit, Putin tenía otras preocupaciones más importantes que interferir en las elecciones europeas, la extrema derecha no estaba organizada a nivel europeo, la economía mundial comenzaba a recuperarse y no se atisbaba una guerra comercial entre grandes potencias...
---------------
Noticias relacionadas:
- El resultado mantiene la incógnita sobre el futuro presidente de la Comisión
- Weber, candidato europeo del PPE, sufre su primer tropiezo en su carrera a la presidencia de la Comisión
- Más política y menos tecnocracia: a Europa puede venirle bien un Parlamento fragmentado
- Malestar en sectores del PSOE tras la renuncia de Borrell al escaño europeo
1. Primarias. Los grandes partidos no han celebrado unas primarias (o las han tenido 'de aquella manera') para elegir a su cabeza de lista. El único partido que abrió un proceso de primarias fue Podemos. Desdichadamente, como ya anunciamos en su momento, Bustinduy presentó su dimisión ¡a dos meses de las elecciones! y su sustituto ha sido designado.
2. Listas transnacionales. Tampoco hay en esta ocasión "listas abiertas y transnacionales". Gracias al Partido Popular Europeo (PPE), no se han admitido listas transnacionales. Quiere esto decir que, no solo no se han producido avances en este capítulo respecto a 2014. Es que no se han producido avances desde 1979, cuando se celebraron las primeras elecciones democráticas al parlamento Europeo
3. Calendario. Las fechas de las Elecciones al Parlamento Europeo (23-26 de mayo) se habían fijado con suficiente antelación, en 2018. Las elecciones españolas fueron fijadas con posterioridad para el 28 de abril. Algunos analistas señalaron que esta era la peor opción: Las europeas han quedado de "segundo plato" después del "atracón" de las Generales.
4. Interés. A pesar del llamamiento generalizado, desde instituciones europeas y desde medios de comunicación nacionales, a frenar el avance de la extrema derecha, nada parece despertar el interés de los ciudadanos por las elecciones europeas. Buena prueba de ello es el escaso seguimiento del debate de RTVE: Apenas 800.000 espectadores (5,2% de la cuota de pantalla) lo siguieron.
5. Improvisación. Los partidos no se toman las elecciones europeas en serio. La norma ha sido la improvisación: empezando por Bustinduy o Sami Naïr hasta la polémica sobre la candidatura de Puigdemont o el anuncio de que Junqueras abandonará su escaño en Las Cortes...si sale elegido en las europeas, y pasando por el cambio de chaqueta de Soraya Rodríguez o de Ángel Garrido, Equo ha quedado fuera...¡Incluso el Pequeño Nicolás había presentado una lista a las europeas!
6. Presidente de la Comisión. En 2014, el PPE obtuvo mayoría de escaños en el Parlamento Europeo y Jean Claude Juncker fue nombrado presidente de la Comisión Europea de acuerdo con el artículo 17 del Tratado de Lisboa. Hoy, día 26 de mayo, y a punto de cerrar las urnas, nadie sabe a ciencia cierta si seguirá este sistema o habrá cambios. Seguramente, los habrá.
7. Contexto internacional: El contexto internacional también es peor que el de 2014, año en el que no se divisaba en el horizonte a Trump ni el Brexit, Putin tenía otras preocupaciones más importantes que interferir en las elecciones europeas, la extrema derecha no estaba organizada a nivel europeo, la economía mundial comenzaba a recuperarse y no se atisbaba una guerra comercial entre grandes potencias...
---------------
Noticias relacionadas:
- El resultado mantiene la incógnita sobre el futuro presidente de la Comisión
- Weber, candidato europeo del PPE, sufre su primer tropiezo en su carrera a la presidencia de la Comisión
- Más política y menos tecnocracia: a Europa puede venirle bien un Parlamento fragmentado
- Malestar en sectores del PSOE tras la renuncia de Borrell al escaño europeo
¡Qué bonita es la democracia!. En ella, cada uno puede elegir lo que le parezca.... (pero habría que añadir) aunque tiene la obligación de analizar, estudiar y meditar su decisión y, por tanto, su voto.
ResponderEliminarCada vez estoy más convencido que al personal la 'sesera' le funciona tal cual decide y, a todas luces, hay a quien 'se le va la olla'. Pero, bueno....
Razón tienes Emilio cuando criticas la poca trascendencia que han tenido las elecciones europeas a nivel informativo. Yo pensé que lo único que importaba era si 'Puigdemont-a-mamarla' obtenía representación, nada más. El 'run-run' del 'brexit' estaba ayudando poco, también.
Un abrazo, don Emilio.
Hola Blas: En la Europa de los ciegos, España es el tuerto. Hoy he visto que en las elecciones europeas, solo han votado el 30% de los portugueses. Ahora nuestros 'amadísmos' políticos sacarán pecho en Europa diciendo que en España esa participación se ha doblado ampliamente...sin añadir que es que aquí teníamos también elecciones municipales y autonómicas.
EliminarYa ves que en Europa no se andan con remilgos con Puigdemont y no le van a dejar recoger el acta de eurodiputado.
En cuanto a la democracia, ya sabes: es el menos malo de los sistemas políticos conocidos. Nuestra generación ha visto llegar -y ha contribuido a traer- la democracia a España. Espero que lo de salvini y cía sea un mal pasajero.
Un abrazo!