Parece mentira que 85 años después de la Guerra Civil española (1936-1939) y casi 50 de la muerte de Franco (1975), el historiador Manuel García Parody afirme que "la Historia de España está plagada de conceptos erróneos y mitos que hay que revisar".
Y no es su opinión personal: El suplemento Babelia recogía el pasado 3 de agosto una lista de historiadores (José Luís Corral, David Porrinas, Maribel Fierro, David Hernández de la Fuente o Eduardo Manzano) cuyas recientes publicaciones (2024) se dirigen en buena medida a revisar esos mitos.
A continuación, vamos a comentar el ensayo de Eduardo Manzano Moreno (2024): España diversa. Claves de una historia plural, Barcelona, Crítica, 522 páginas, 23€. He aquí, muy resumidas, algunas de dichas claves:
1. La Historia de España se ha quedado estancada en un relato obsoleto: para la derecha, España es una nación basada en La Reconquista "concepto monopolizado por el pensamiento conservador más reaccionario" (222), los Reyes Católicos, la conquista de América y el papel de la iglesia católica. La izquierda subraya la importancia de (La Ilustración), la II República, la Guerra Civil y la Memoria Histórica.
2, Hay que desnacionalizar la Historia de España
3. España diversa no es sinónimo de la España idealizada de Américo Castro, basada en la convivencia de las tres culturas (musulmanes, judíos y cristianos) durante los siglos XII-XV. (244)
4. La expulsión de musulmanes y judíos y la puesta en marcha de la Inquisición van a ser el principio del fin de la diversidad medieval. Ahora van a imponerse las nociones de "pureza de sangre", "hidalguía" o "cristianos viejos" (258)
5. Descubrimiento, conquista y colonización de América:
Los conservadores hablan de la "misión civilizadora" (309) y la izquierda de "brutalidad, oportunidades perdidas, recursos dilapidados, imposición de una asfixiante ortodoxia religiosa: una debacle" (307)
La palabra que mejor define, en opinión del profesor Manzano, a los conquistadores en estos primeros encuentros (1492 -1530) es brutalidad (263).
La Corona nunca empleó la plata americana (¡16,8 millones de kilos!) para fomentar la industria de las colonias, sino para gastos de guerras (1503-1660) de la monarquía española en defensa del catolicismo frente a la difusión del protestantismo (272).
Es inexacto defender que existiera una deliberada política de exterminio físico de los indígenas (277) . La Leyenda Negra es producto de una campaña de propaganda promovida por las potencias rivales europeas (310)
6. Sobre la unión política de España
Los Reyes Católicos expulsaron a musulmanes y judíos, pero no pueden llamarse reyes de España. En todo caso, se trata de una "monarquía compuesta" en la que Isabel era reina de Castilla y Fernando Rey de Aragón.
La conquista y la colonización de América fue una tarea castellana, de la que Aragón y Cataluña fueron excluidos. Las consecuencias, aunque Manzano no habla de ellas, fueron importantes.
"En ausencia de verdadera unidad política, la argamasa que cimentó el edificio político de la monarquía española fue el de la religión" (343) y, concretamente La Inquisición, "una de las instituciones más poderosas del reino era guardián de la ortodoxia religiosa con sus impresionantes recursos materiales y humanos"
Minimizar el peso de la Inquisición es uno de los dislates históricos: solo del Tribunal de la Inquisición de Murcia se conservan más de 6000 expedientes (344).
La "casi" unidad política se alcanza en España con los Borbones a un alto precio: después de la Guerra de Sucesión, (1701-1713), la capitulación de Barcelona (1714), el primer exilio de la Historia contemporánea de España...y la continuidad de los Fueros en Navarra y el País Vasco.
7, Sobre los siglos XIX y XX
A lo largo del XIX, la "revolución liberal" triunfa en España a trancas y barrancas, pero fue incapaz de crear una ideología unitaria. Y buena prueba de esto es el éxito del nacionalismo vasco y catalán a finales del siglo XIX y principios del XX.
La Constitución republicana de 1931 fue "Un intento serio y genuino de ofrecer un marco legal e inclusivo que pudiera acomodar en su seno la diversidad política, social y cultural" de España (p,434).
Durante la dictadura de Franco se puso fin a esa diversidad: "Hemos venido a arrancar las malas hierbas" (p.441). Se refería a todo aquel que no fuera "católico, apostólico y romano" y "español".
Una de las conclusiones que podemos sacar de la lectura de este libro es que ni siquiera cuarenta años de dictatura pudieron frenar esta 'España diversa': En 1967, el régimen, que había diseñado una España uniforme y monolítica, da los primeros síntomas de resquebrajarse al aprobar la Ley de Libertad religiosa, que produjo "una conmoción en las altas esferas del régimen" (p.456).
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