lunes, 30 de marzo de 2020

¿Cuándo se jodió el periodismo?

Voy a comenzar diciendo que nunca he sido lector devoto (fan, diríamos hoy) de El Mundo. Es más, he sentido cierta aversión hacia este diario: No sé si por Pedro J. Ramírez, por su línea editorial, por su diseño, por el tratamiento de temas  como el 11-M...

Pues bien, el confinamiento de estos días está transformando esa aversión en simpatía, no por El Mundo en sí, sino por el defenestrado David Jiménez, tras la lectura de su libro El Director, en el que narra sus proyectos, pero también sus tropiezos y errores cometidos en el desempeño de su cargo (abril de 2015-mayo de 2016).

 David Jiménez, que había ejercido casi 20 años como corresponsal en Asia antes de ocupar el cargo, llega a España unos meses antes de las elecciones del 20-D y proyecta una mirada personal sobre la situación política, al tiempo que denuncia la crisis del periodismo español, como se puede deducir de este breve vocabulario, entresacado de sus páginas:

- Los Acuerdos: "Un sistema de favores por el que a cambio de recibir más dinero del que le correspondía, los diarios ofrecían coberturas más amables", sobre empresas del IBEX como El Corte Inglés, Telefónica o El Santander (106).

- Columnismo: "El columnismo español llevaba muchos años viviendo por encima de sus posibilidades, aferrado a la época en la que los grandes maestros, con Umbral a la cabeza, escribían genialidades literarias que no decían mucho, pero arrastraban a los lectores al quiosco. El testigo había sido recogido por una generación de imitadores..." (31)

- Comentocracia: Americanismo. Se refiere a programas de radio y televisión de los que se espera que los periodistas entretengan, no que informen. Marhuenda,"el patito feo que seguía la estela de los "Tres Tenores", se había erigido en la gran estrella (31) de una constelación de la que formaban parte Eduardo Inda, Tomás Roncero, Jaime González, Jiménez Losantos...

- Decadencia moral (del periodismo): Lo más triste era "la manera en la que había llevado a buenos periodistas a olvidarse de lo que habían sido...reputados profesionales aceptaban indignidades bien remuneradas", y cita a Alfonso Rojo y Mercedes Milá (130).

                 David Jiménez. Foto de Christian Gónzález para Público

- Los tres Tenores: Dícese de "una mezcla de empresarios y directores salidos de la Transición: Juan Luis Cebrián (El País), Pedro J. Ramírez (Diario 16 y El Mundo) y Luis María Anson (ABC y La Razón), todos ellos buenos periodistas que terminarían malográndose en los pasillos del poder. Mantenían una relación incestuosa con el stablishment, en parte por su deseo de pertenecer a él..." (122).

- Periodismo de trabuco: El sistema sostenía a nuevos diarios digitales que operaban haciendo ofertas a empresas e instituciones que no podían rechazar: "o ingresaban una determinada cantidad de dinero o serían golpeados con informaciones comprometedoras, a menudo inventadas. Por ejemplo, Pedro Aparicio Pérez, el dueño de PR Noticias fue condenado a pagar 300.000 €... (124).

- Redacción: "La redacción de un periódico puede ser el Serengeti en temporada de escasez de alimentos. En otros oficios existe rivalidad: en un diario es depredación y supervivencia" (180). En otro pasaje un periodista añade: "¿Afganistán o las junglas de Birmania? Hay más trampas y víboras ahí dentro..." (212).

- Sexyperiodismo: Consiste en añadir en el titular de la noticia el nombre de un famoso y la palabra sexo para garantizarse lectores. Por ejemplo: "El de Laura Pausini y otros 'tesoritos' mostrados por descuido"(132).

En definitiva, ¿cuándo se jodió el periodismo? Seguramente el día que los gestores empezaron a hacer de periodistas y los periodistas de gestores (93). Y eso, sin contar que "en los tres años anteriores, el gobierno (del PP) había liderado el mayor ataque contra la prensa de la democracia..."(44).
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11 comentarios:

  1. Los números entre paréntesis (30) hacen referencia a la página del libro.

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  2. Y todavia sigue vivo tu DAVID JIMENEZ? Por menos a algunos los han desparecido.
    Alguien sabe que pasa con FACEBOOK? Esta enloquecido, no puedo entrar y cada vez me pide que abra cuenta nueva...y, luego, no la acepta...
    Sera un virus?
    Un abrazo

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    1. Hola Igoa: Al parecer, sigue vivito y coleando. En las redes he visto que algunos le han dicho que es "valiente", pero David Jiménez les responde que valiente es el envía su crónica desde Afganistán, Siria...
      En cuanto a Fcbk, lo he visto algunos días más lento, pero por aquí no ha dado signos de enloquecimiento. No te apures, supongo que será algo pasajero. Bss.

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  3. Nunca me gustaron los 'jueces estrella', ni los 'cocineros estrella' y, por supuesto, tampoco los 'periodistas estrella. Ah, y tampoco los 'tertulianos'.
    Partiendo de estas premisas mías (válidas o no, pero son mías) creo que el periodismo, como todo, esta en cierta medida contaminado ¿por las presiones?, ¿por el ego?, ¿por el dinero?, ¿por.....?. Por la deshonestidad, en realidad (o sea, que algo voy a poner de mi parte).
    Toda esa ristra de nombres de tu 'post' son, a nivel general (salvo alguna excepción), personajes deshonestos. Hay 'algún Villarejo' del periodismo: también mal.
    Ah, y los imitadores de Umbral, no le llegan ni a las suelas.
    Una pena, para nada vale el 'libro de estilo' si, luego, los gerifaltes se lo pasan por el forro.
    Un abrazo (casi me he 'cabreao').

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    1. Comparto, Blas, tu aversión a las "estrellas" y más a ciertos (por no decir casi todos los) tertulianos, sean de radio o de tv.
      Contaminado por la suma de todos esos factores que enumeras: presiones+egos+dinero+... De todo eso, paramí casi lo peor es lo de "buenos periodistas que se habían olvidado de lo que habían sido". No sé las circunstancias que habrán llevado a cada uno a esa "deshonestidad", pero Jiménez apunta: de los regalos de empresa (para ablandar voluntades) a la necesidad de pagar unas hipotecas (cada vez mayores) a final de mes... Y por cierto, de Villarejo también se habla.
      Como no me ha seducido ningún periodista- estrella, lo mismo te digo de Umbral. Ahora bien, lo que tengo claro es que sus imitadores...
      No era mi intención enfadar a nadie, Blas. Ya bastante tenemos. Un abrazo!

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  4. Gracias Emilio, me alegra que te haya gustado el libro y por supuesto la reseña. No debería ser nada excepcional en el periodista contar la verdad, como en el abogado defender a su cliente o al médico curar al enfermo. Y sin embargo, el oficio se desvió de su cometido y fue traicionado por los propios periodistas. Espero que volvamos a su esencia. Abrazo

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    1. Más que me ha gustado (que también) yo diría que el libo me ha sorprendido por el hecho de que alguien ponga "los puntos sobre las íes" así, a pecho descubierto, sin temor a que no le van a contratar en este país...a no ser que las cosas cambien mucho. Y no creo que esto vaya a pasar a corto plazo.
      Saludos,

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  5. Cada periodista juega con su equipo, eso nos obliga a asomarnos a más periódicos para hacernos una idea de lo que pueda pasar.
    Un abrazo Emilio

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  6. También los futbolistas juegan para su equipo, pero sabe lo que es juego sucio. No todo vale. Y si esto no se entiende es que mal vamos. Un abrazo

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  7. Lo que en su día no me esperaba es que ciertos periodistas se vendieran de forma tan vil al dinero. A la cabeza me vienen: Mercedes Milá o Javier Sardá, por citar alguno. Hoy ya no me extraña nada porque ya no sólo pasa en el periodismo sino en otras esferas como por ejemplo la política.

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    1. Creo que lo peor es, Fernando, que algunos (como Mercedes Milá) nos quisiera en su momento vender la moto de que GH era un programa fabuloso. Y que otros, como Javier Sardá o como J.L. Cebrián sigan impartiendo "doctrina". Por no hablar de Marhuenda, J. González, Inda...

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