Leo La Europa del compromiso, de Jean-Marie Colombani , cuyos artículos sigo con interés y cuya lectura recomiendo. En esta ocasión estoy básicamente de acuerdo con el contenido de su exposición. Tan sólo una observación sobre el párrafo final:
"...el siglo XXI puede y debe ser el de una Europa que asuma el lugar que le corresponde en este mundo multipolar que es el nuestro. Y, gracias a su moneda, Europa debe ser, con China y Estados Unidos, es decir, con el dólar y el yuan, uno de los tres grandes actores de nuestro tiempo".
Casualmente tengo a mano EL PAIS DEL EURO, un coleccionable publicado a finales de 2001, poco antes de la puesta en circulación (física) del euro (1-1-2002) y cuya revisión recomiendo.
En "El euro y la globalización", uno de los artículos allí publicados y cuyo autor es Francisco González, presidente del BBVA, se dice:
"Con la creación del euro se avanza hacia un sistema monetario tripolar basado en el dólar, el euro y el yen, con sus respectivas áreas de influencia" (p.37).
Tan sólo diez años después, Colombani ya no habla del yen, sino del yuan. El dólar está en la cuerda floja y sólo faltan unos días para que EEUU declare o evite una quiebra.
En cuanto al euro, los mercados siguen nerviosos incluso a pesar del anuncio de un nuevo rescate a Grecia y de que Zapatero, siempre tan optimista, anunciase que "los mercados reducirán la presión".
Con toda probabilidad el yuan será una moneda básica en un sistema monetario tripolar. Lo que no está tan claro, monsieur Colombani, es que el dólar y el euro vayan a ser sus compañeros de viaje.
"...el siglo XXI puede y debe ser el de una Europa que asuma el lugar que le corresponde en este mundo multipolar que es el nuestro. Y, gracias a su moneda, Europa debe ser, con China y Estados Unidos, es decir, con el dólar y el yuan, uno de los tres grandes actores de nuestro tiempo".
Casualmente tengo a mano EL PAIS DEL EURO, un coleccionable publicado a finales de 2001, poco antes de la puesta en circulación (física) del euro (1-1-2002) y cuya revisión recomiendo.
En "El euro y la globalización", uno de los artículos allí publicados y cuyo autor es Francisco González, presidente del BBVA, se dice:
"Con la creación del euro se avanza hacia un sistema monetario tripolar basado en el dólar, el euro y el yen, con sus respectivas áreas de influencia" (p.37).
Tan sólo diez años después, Colombani ya no habla del yen, sino del yuan. El dólar está en la cuerda floja y sólo faltan unos días para que EEUU declare o evite una quiebra.
En cuanto al euro, los mercados siguen nerviosos incluso a pesar del anuncio de un nuevo rescate a Grecia y de que Zapatero, siempre tan optimista, anunciase que "los mercados reducirán la presión".
Con toda probabilidad el yuan será una moneda básica en un sistema monetario tripolar. Lo que no está tan claro, monsieur Colombani, es que el dólar y el euro vayan a ser sus compañeros de viaje.
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