Decía hace unos días Manuel Rodríguez Rivero, al comentar un acuerdo entre British Library y Google que "la vieja utopía del conocimiento para todos está hoy mucho más cerca que en la época en que se crearon las bibliotecas nacionales".
Pero para los sufridos usuarios de dichas bibliotecas, esa utopía deberá esperar, al menos, hasta después del verano.
Soy socio de la Biblioteca de Granada que reúne la doble condición de Biblioteca Provincial y Biblioteca de Andalucía.
Su funcionamiento resulta un tanto curioso: Puedes buscar un libro en un catálogo único, pero los libros de Andalucía se encuentran en una planta distinta y tienes que consultarlos en la Sala. Los libros de la Biblioteca provincial puedes leerlos en casa.
Cuando uno accede por primera vez a la Biblioteca, las instalaciones te parecen magníficas y todo muy bien organizado. Pero si buscas un libro, ese entusiasmo comienza a declinar.
Voy a poner un ejemplo real. Hace unos días, estaba leyendo Mujeres de palabra (1), posiblemente el peor libro que he leído en mucho tiempo. Compré el libro con la intención de conocer mejor la labor periodística de mujeres como Colombine, Josefina Carabias, Pilar Narvión o Lalia González.
En vista de que, con la lectura de este refrito esto no es posible, tomo nota de la bibliografía citada para consultarla en la Biblioteca. Mi gozo en un pozo:
Cometo el terrible error de acercarme a la Biblioteca por la tarde. Me encuentro la puerta cerrada y un cartel que dice: "A partir del 16 de junio, esta biblioteca sólo abre por la mañana"(2).
O sea, que si tienes la suerte de no haber perdido tu trabajo y éste es por la mañana, vas a dedicar las tardes del veranito a contemplar "Sálvame". Bueno, también puedes pasarlo bomba con Transformers, Resacón en Las Vegas o Kung Fu Panda...
De diez libros buscados, sólo había uno. Y esto, a pesar de que algunos de ellos editados por la propia Junta de Andalucía (2).
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Notas:
(1) TORRES FLORES, a. (2011): Mujeres de palabra. Crónica de las pioneras del periodismo en femenino. Instituto de Estudios Almerienses. Col. Ciencias Sociales, 17.
(2) Estos eran los libros buscados. Comprenderá el lector que no se trata de incunables:
- Orozco, R. (2009): La larga lucha por la igualdad. Cincuenta mujeres de vanguardia. Comunicación y Turismo, Málaga
- Ramos, A. (2010): Andaluzas, protagonistas a su pesar, Consejería de la Presidencia, Sevilla.
-Jorge Alonso, A. (2004): Mujeres en los medios, mujeres de los medios, Icaria, Barcelona
-Garrido Lara, M (2004): Violencia, Televisión y Publicidad, Alfar, Sevilla.
-Soriano, J.C. (2008): Pilar Narvión. andanzas de una periodista perezosa, Tirwa, Madrid.
-Bethune, N. (2004): El crimen de la carretera de Málaga, CAF-Caligrama, Málaga
-Fortes, S. (2009): Esperando a Robert Capa, Planeta, Barcelona.
-Diezhandino, Mª. P. (2008): Josefina Carabias, Ediciones APM, Madrid
-Núñez, T. (2010): Aprender la igualdad de mujeres andaluzas que abren camino en la comunicación, Instituto Andaluz de la Mujer, Sevilla.
-Díaz Pérez, E. (2008): La Andalucía del exilio, Fundación Lara, Sevilla.
Pero para los sufridos usuarios de dichas bibliotecas, esa utopía deberá esperar, al menos, hasta después del verano.
Soy socio de la Biblioteca de Granada que reúne la doble condición de Biblioteca Provincial y Biblioteca de Andalucía.
Su funcionamiento resulta un tanto curioso: Puedes buscar un libro en un catálogo único, pero los libros de Andalucía se encuentran en una planta distinta y tienes que consultarlos en la Sala. Los libros de la Biblioteca provincial puedes leerlos en casa.
Cuando uno accede por primera vez a la Biblioteca, las instalaciones te parecen magníficas y todo muy bien organizado. Pero si buscas un libro, ese entusiasmo comienza a declinar.
Voy a poner un ejemplo real. Hace unos días, estaba leyendo Mujeres de palabra (1), posiblemente el peor libro que he leído en mucho tiempo. Compré el libro con la intención de conocer mejor la labor periodística de mujeres como Colombine, Josefina Carabias, Pilar Narvión o Lalia González.
En vista de que, con la lectura de este refrito esto no es posible, tomo nota de la bibliografía citada para consultarla en la Biblioteca. Mi gozo en un pozo:
Cometo el terrible error de acercarme a la Biblioteca por la tarde. Me encuentro la puerta cerrada y un cartel que dice: "A partir del 16 de junio, esta biblioteca sólo abre por la mañana"(2).
O sea, que si tienes la suerte de no haber perdido tu trabajo y éste es por la mañana, vas a dedicar las tardes del veranito a contemplar "Sálvame". Bueno, también puedes pasarlo bomba con Transformers, Resacón en Las Vegas o Kung Fu Panda...
De diez libros buscados, sólo había uno. Y esto, a pesar de que algunos de ellos editados por la propia Junta de Andalucía (2).
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Notas:
(1) TORRES FLORES, a. (2011): Mujeres de palabra. Crónica de las pioneras del periodismo en femenino. Instituto de Estudios Almerienses. Col. Ciencias Sociales, 17.
(2) Estos eran los libros buscados. Comprenderá el lector que no se trata de incunables:
- Orozco, R. (2009): La larga lucha por la igualdad. Cincuenta mujeres de vanguardia. Comunicación y Turismo, Málaga
- Ramos, A. (2010): Andaluzas, protagonistas a su pesar, Consejería de la Presidencia, Sevilla.
-Jorge Alonso, A. (2004): Mujeres en los medios, mujeres de los medios, Icaria, Barcelona
-Garrido Lara, M (2004): Violencia, Televisión y Publicidad, Alfar, Sevilla.
-Soriano, J.C. (2008): Pilar Narvión. andanzas de una periodista perezosa, Tirwa, Madrid.
-Bethune, N. (2004): El crimen de la carretera de Málaga, CAF-Caligrama, Málaga
-Fortes, S. (2009): Esperando a Robert Capa, Planeta, Barcelona.
-Diezhandino, Mª. P. (2008): Josefina Carabias, Ediciones APM, Madrid
-Núñez, T. (2010): Aprender la igualdad de mujeres andaluzas que abren camino en la comunicación, Instituto Andaluz de la Mujer, Sevilla.
-Díaz Pérez, E. (2008): La Andalucía del exilio, Fundación Lara, Sevilla.
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