lunes, 30 de septiembre de 2024

¿Terremoto político en Austria?

 

La ultraderecha ha ganado las elecciones en Austria. Esta mañana, al consultar la noticia en El Periódico, me encuentro:

- Antetítulo: Seísmo electoral en Viena

-Titular: ¿Qué está pasando en Austria?

- Cuerpo de la noticia: Austria vivió el domingo un terremoto político...

Comprendo que ciertos titulares pretenden captar la atención de los lectores y a veces provocar alarma, pero deben responder a la realidad. Veamos:

En el contexto europeo, el avance de la extrema derecha no es un terremoto, ni siquiera una novedad: todo el mundo sabe lo que está pasando en Francia, en Alemania, en Holanda, en Italia (donde hace poco se cumplieron cien años de la Marcha de Mussolini sobre Roma), en Hungría...

En Austria, el avance de la extrema derecha es menos novedad todavía. Casualmente, estoy leyendo estos días el libro Mis combates al timón de Europa, de Nicole Fontaine, presidenta del Parlamento Europeo entre 1999 y 2001, en el que se puede leer el siguiente párrafo:


                           

                          Nicole Fontaine, presidenta del Parlamento Europeo (1999-2001)


"Las siete de la mañana de un día de enero de 2000. 

Oigo en la radio-despertador que, tras las elecciones legislativas de Austria, parece cada vez más probable que el presidente de la República, Thomas Klestil, tendrá que aceptar muy a su pesar, que el nuevo gobierno austriaco se constituya sobre la base de una alianza a partes iguales entre el partido conservador de Wolgfang Schussel (ÖVP) y el partido de extrema derecha de Jorg Haider (FPÖ)".  (Nicole Fontaine, 2002:79).


¿Dónde está el seísmo? Entre lo que pasaba en Austria hace 24 años y lo que pasa ahora apenas se ha producido más cambio que el nombre de sus protagonistas. Ahora, el líder de FPÖ (¡el partido de la Libertad!) se llama Herbert Kickl, el jefe del partido conservador (VPÖ) es el canciller Karl Nehammer, y el presidente de la República es Alexander van der Bellen (antes, líder de Los Verdes).

                  Karl Nehammer, líder del partido conservador (VPÖ) y canciller austríaco

Seguramente, ante la falta de aliados, la extrema derecha no gobernará en Austria. Algo parecido a lo que está sucediendo en otros países de la Unión Europea. Pero, mientras en Bruselas tiemblan con este tipo de noticias, en Moscú estarán celebrándolo con champán y caviar.

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2 comentarios:

  1. Pues, sí. La alarma de "ultras" dentro de la UE no es nueva. Ni será la última. Estamos en un mundo condicionado, y por muchos factores, incluidos los más antiguos y recurrentes.
    Un buen análisis de la situación, si.
    Abrazossss!

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    1. Es verdad, Blas: estamos condicionados por muchos factores. Pero hay una cosa clara: Bruselas no tiene hoy instrumentos para frenar este avance. En estos 20 años, tal vez podría haber hecho algo más que esas sanciones económicas que muchas veces se quedan en agua de borrajas.
      Un abrazote!

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