lunes, 1 de abril de 2024

Cine, Literatura e Historia del S.XX




Siempre he querido apoyar mis clases de Geografía e Historia en tres pilares: La prensa, la Literatura y el Cine. Al principio, llevaba a clase fotocopias de artículos que podían ilustrar o actualizar lo que decía el libro de texto. Más adelante hice lo mismo con el Cine y, no tanto como me hubiera gustado (por la amplitud de los temarios y el número cada vez más limitado de horas lectivas de la asignatura), con la Literatura.

Por eso me llamó la atención el libro Onésimo Díaz Hernández (2014): Historia del Mundo en el Siglo XX. A través de las grandes biografías, novelas y películas, del que se han publicado algunas reseñas favorables. También a mí me gustaría hacer otra, porque comprendo el esfuerzo que hay detrás de esta publicación.
Sin embargo, me parece necesario hacer las siguientes consideraciones:

1. Es complicado resumir en 400 páginas la historia (y la cultura) mundial de los últimos cien años. Tal vez por esa razón el autor se centra (en un 90%) sobre todo en la historia de Europa. Hay referencias, sí, a otros continentes, pero algún crítico malintencionado podría tildar esta historia de "eurocéntrica".

2. Lo que Díaz Hernández nos cuenta no es una Historia del Mundo. Es una Historia Política: habla de Jefes de Estado, de Primeros Ministros, de gobiernos, partidos políticos, guerras... Pero aspectos tan importantes de la Historia como la Economía, la Sociedad, las Relaciones Internacionales... quedan en muy segundo plano. 

3. Algunos episodios del siglo XX están tan resumidos que parecen extraídos de un libro de texto de Secundaria. Lo mismo ocurre, en ocasiones, con los argumentos de las novelas y películas: parecen tomados de la solapa de un libro o de FilmAffinity.



4. Para ilustrar una etapa histórica, normalmente utiliza libros y películas que se escribieron o rodaron en la época de los hechos. Pero también utiliza libros y películas muy posteriores. Por ejemplo, al hablar de la crisis de 1929 cita tres películas: Scarface (1932), Los Intocables de Eliot Ness (1987) y Camino de perdición (2002). No creo que estas dos últimas sean las más adecuadas.

5. Aprovecha, como buen sacerdote, cualquier ocasión para deslizar sutilmente el papel de la Iglesia católica: En el capítulo III, "La crisis de la cultura moderna (1918-1939)", Díaz Hernández se entretiene en subrayar  "la conversión al cristianismo de un prestigioso elenco de intelectuales" en distintos países europeos. Tan solo en Francia, alude a Peguy, Claudel, Maritain (amite que coqueteó con la extrema derecha), Marcel, Mauriac, Frossard, Julien Green (pp. 98 y ss).

6. No es un episodio aislado: si habla de la Resistencia (a Hitler) en Alemania, destaca el papel del obispo de Munster y del Papa Pio XII:

"Algunos historiadores han criticado su prolongado silencio ante el exterminio de judíos de Polonia y de otros países. La postura papal fue parecida a la mantenida por la Cruz Roja: las protestas no servían para nada y más bien podían perjudicar" (p.203).

También cuando  habla de la caída del Muro de Berlín: "tanto Havel como el Papa desempeñaron un papel no pequeño" (p.331) o del proyecto de Constitución europea: "...el texto recibió no pocas críticas por la omisión de la herencia cristiana" (p.339).

7. Cuando habla de la crisis de las ideologías (1945-1973) destaca el papel de E. Mounier "un intelectual católico condenado por el régimen de Vichy a pasar varios meses de cárcel..." (p.263).

8. Las referencias a la Guerra Civil española son patéticas:

 - "El verano de 1936 se tiñó de sangre...la represión en la zona republicana se dirigió contra los católicos" (p.165). En ningún momento se habla de la represión de Queipo de Llano en Sevilla, de la masacre de las tropas de Yagüe en Badajoz  o del asesinato de García Lorca. Todo sucedió ese mismo verano del 36.

- "Los escritores franceses y católicos Bernanos y Mauriac contemplan el alzamiento militar de Franco con buenos ojos. Sin embargo, el desarrollo de la guerra y la represión, y la lucha de los católicos vascos contra Franco, cambian su postura hacia una actitud antifranquista" (p.171). Sobre el ominoso silencio de escritores e intelectuales católicos españoles en la Guerra Civil , Díaz Hernández no dice nada.

9. El autor parece tener alergia a todo lo que huela a izquierdas:



- "Tony Judt se preguntó (en su libro Algo va mal) si se podría recuperar el socialismo del basurero de la Historia" (p.359).

- Sobre la película  La lengua de las mariposas, de José Luis Cuerda (basada en un relato de Manuel Rivas, este es su mejor elogio: "La película de Cuerda se mantiene fiel al relato, pero en algunas escenas le faltan el lirismo y la delicadeza de Rivas" (p.166).



-Sobre Tierra y Libertad, de Ken Loach no tiene otra cosa que destacar que "el maniqueísmo del director enturbia algunas secuencias..." (p.173)
- Después de hablar de una "Transición pacífica" (p.214), hace un panegírico de Suárez y despacha así los 14 años de Felipe González: "...una política económica de signo liberal y una política educativa y social de talante progresista" (Que le pregunten a profesores y trabajadores si están de acuerdo con esta afirmación).

Tras la lectura de este libro, uno se puede plantear la relación entre Iglesia e Historia y otras consideraciones. Pero no me gustaría abusar de vuestra paciencia. Tal vez en los comentarios...

4 comentarios:

  1. El título en sí, ya es muy ambicioso. La historia del mundo en el siglo XX es tan amplia que sería necesario, entiendo yo, didicarse a temas concretos y, luego, extrapolarlos a la generalidad, con el peligro que eso tiene.
    Además, si el autor tiene "alergia a todo lo que huela a izquierdas", su credibilidad y su libro pierden, para mí, total valor.
    ¡Prescindible!.
    Muy buen análisis el tuyo, don Emilio.
    Abrazosssss.

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    1. Eso es: ambicioso. Tú propones centrarse en temas concretos. Yo, durante la lectura del libro, pensaba que ese torrente de novelas y pelis no llevaba muy lejos. Si tuviera ocasión le diría al autor que se centrara en dos o tres pelis fundamentales por época (I GM., Entreguerras, crisis del 29...) y nos diera un análisis y una valoración más a fondo. Y sobre todo: imparcialidad.
      Tal vez sea un libro prescindible, Blas. Pero "dios escribe derecho con renglones torcidos". Traducción: en todo libro prescindible puedes aprender cosas nuevas. Y no he perdido el tiempo.
      Abrzsss!

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  2. Yo me quedo con lo amenas y didácticas clases que le dabas a tus alumnos. La Historia no debe enseñarse sislada del arte litetatura, etc.

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    1. La verdad es, Fernando, que siempre he procurado eso: que mis clases fueran amenas y didácticas. Esto es algo que no siempre se consigue, pero se procura. Gracias por pasarte y un abrazo.

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