"Policrisis en Bruselas", interesante artículo en el que Marta López describe el desconcierto de las instituciones en una Europa paralizada por múltiples crisis (inmigración, terrorismo, Rusia, auge de los populismos, Brexit...) y en el que plantea algunas preguntas sobre el futuro de Europa, a las que me gustaría responder aquí brevemente:
P. ¿Es el 'Brexit' el principio del fin de Europa o la gran oportunidad para relanzar la UE?
R. Sobre la mala relación de Gran Bretaña con la UE, en sus casi 50 años de integración, se ha dicho casi de todo: Al comienzo de su adhesión se la etiquetó de "Caballo de Troya", luego vino Thatcher y su I want my money back, más adelante se tildó de "cuna del euroescepticismo" y del UKIP, de favorecer la ampliación de la UE hacia los países del Este con la secreta intención de diluir la integración en un Gran Mercado... En resumen, "el gobierno británico hace de freno perpetuo en Bruselas" (Schulz, 2013: 229).
Pues bien, después del Brexit, ya no tenemos ese freno de mano echado: ¿qué impide ahora dar todos los pasos necesarios para avanzar en la integración?
P. ¿Se ha de reformar el Tratado de Lisboa o se ha de profundizar en las posibilidades que brinda este?
R. El actual Tratado de Lisboa nació herido, por no decir muerto, después del fracaso del Proyecto de Tratado de Constitución Europea con el "NO" francés y holandés (2005).
La UE necesita una reforma institucional a fondo para adquirir un sistema parecido al de las democracias occidentales, basado en la división de poderes: Un poder ejecutivo (La Comisión Europea) y un poder legislativo con dos cámaras: Una Cámara Baja, el Parlamento Europeo (en representación de los ciudadanos) y una Cámara Alta o Senado (en representación de los Estados).
P. ¿Se ha de ir a la Europa de dos velocidades? ¿Se ha de avanzar hacia una integración a la carta?
R. Es imposible que 27 Estados avancen al mismo tiempo. De los países de la UE, solo 19 han adoptado el euro. Respecto al Impuesto de Transacciones Financieras (ITF), solo 10 socios están dispuestos por ahora a implantarlo. Pero demuestra que no todos tenemos que avanzar al mismo tiempo.
Sin llegar a una integración a la carta -que permitiría por ejemplo a Gran Bretaña, beneficiarse de las ventajas de la libre circulación de mercancías y capitales, pero rechazar la libre circulación de trabajadores-, en un futuro próximo, gracias a las cooperaciones reforzadas, cada socio comunitario decidirá en qué aspectos de la integración está dispuesto a avanzar y en los que se siente ya bien servido.
Dicen que el fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y siempre gana Alemania. En este caso ocurre algo parecido. Creo que la UE, en realidad, pasa por el eje franco-alemán (sin relación con el franquismo). El resto básicamente, especialmente los adorados PIGS, somos meras comparsas. Lo que pasó con el dinero de los bancos alemanes, que sirvió para inflar la burbuja inmobiliaria española, daría para una tesis doctoral.
ResponderEliminarTengo que reconocer, Fernando, que esa (la europa alemana) es la realidad que se quiere imponer a raíz de la crisis. Lo que pasa es que eso no está en los tratados, en los que se habla de socios en pie de igualdad a la hora de tomar decisiones. Mucho me temo que el asunto se ha desvirtuado y que hay que hacer importantes cambios...si no queremos irnos a tomar viento.
ResponderEliminarExcelentes preguntas y no menos las respuestas, Emilio. Es tan difícil avanzar que uno se desanima. Y esto creo que le ocurre a millones de ciudadanos. No obstante creo, en cuanto a la primera cuestión, que el 'brexit' es una buena oportunidad para relanzar Europa, 'si Alemania quiere'.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ja, ja! Sí, excelentes preguntas, Blas, que los "directivos" no se quieren hacer y menos responder. Prefieren vivir al día mirando aca instante las encuestas, los índices de la bolsa y las pantallas de televisión. Nadie quiere mirar (no digamos pensar) a medio plazo y menos a largo. Pero si no responden a preguntas de este tipo, poco vamos a avanzar.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que el brexit puede ser una buena oportunidad para avanzar. pero me temo que no se va a aprovechar la ocasión.
Un abrazo: emilio
Como veterano lector de Our Europe (antes Europe@s) espero que todo vaya bien, y que la menor frecuencia de publicación de artículos se deba exclusivamente a decisión del editor de este magnífico blog.
ResponderEliminarUn abrazo y cuídate mucho, Emilio.
Y tan veterano! De los primeros diría yo junto a Blas, Armando, y más reciente Igoa. Te agradezco la observación y, si quieres que sea sincero, te diré que seguramente te darás cuenta de la gran complejidad de algunos de los asuntos europeos que aquí comentamos: por ejemplo, el euro: ¿es mejor salir o quedarse?. Por ejemplo, la sanción a Apple, el Brexit, los refugiados, el papel de Alemania, el de las instituciones europeas...Son asuntos que requieren su tiempo, primero para hacer un seguimiento y luego para exponer tu punto de vista. Hay temas que resulta imposible resumir en unas líneas en un post.
ResponderEliminarBueno Fernando, no me enrollo, a buen entendedor...
Un abrazo!
Otra pregunta: ¿Puede un club ser democrático si el socio más fuerte somete o impone medidas a otros más débiles?
ResponderEliminarEmilio, a parte de reformar las instituciones que mencionas también he leído que habría que reformar profundamente el BCE, que ni siquiera tiene las funciones de un Banco Central de verdad.
Saludos.
Debí escribir "aparte".
ResponderEliminarEs evidente, Celeste, que esa fortaleza o imposición alemana no estaba prevista en los tratados. En primer lugar porque hasta los años 90, Alemania estaba dividida como bien sabes en dos. La unificación de Alemania levantaba ampollas en algunos líderes europeos, pero...
ResponderEliminarMás adelante Alemania ha aprovechado su fortaleza en estos años de crisis para ir imponiendo sus decisiones (y que Rajoy las aplauda...)
En cuanto al BCE, qué más quisiéramos que una reforma a fondo. Pero claro, eso implicaría avanzar en una integración que algunos no desean.
Saludos: Emilio
No se que decir.
ResponderEliminarNi siquiera se inglés y solo lo siento por no poder hablar con los que me cruzo y convivo en Benidorm, fijate.
Pero la distancia me permite hacer la foto de los vecinos europeos con otra perspectiva. Y lo primero que noto es una diferencia con el resto del turismo europeo. Tienen algo que los distingue sin hablar, solo con las miradas.
Y me llama la atención la falta de puntería de los estadisticos en edivinar los resultados electorales ultimamente. Algo pasa. No se si serán ciberataque de los malos ó de los buenos, pero hay algo mosqueante en el aire. Creo.