No dudo que tal significado se pueda aplicar en otros casos, pero evidentemente no nos sirve cuando hablamos sobre Europa.
Antoni Gutiérrez Rubí, en su artículo "Europa: del sueño al desafecto" , nos ofrece, más que una definición académica, algunas claves para comprender qué es esta desafección:
- El 66% de los europeos consideran que su voz no se escucha en Europa
- Solo el 31% de los europeos confían en la UE
- Los países más afectados por la crisis ( como Grecia y España) son también en los que más ha crecido la desconfianza
La pregunta es “¿quién le pone el cascabel al gato?”. O dicho de otra manera, ¿por dónde empezamos a romper ese bucle de crisis y desconfianza?
La UE necesita reformas institucionales para adaptarse al siglo XXI, cosa que muchas veces olvidamos en este marasmo de datos que nos ofrecen las encuestas del Eurobarómetro .
¿Quién debe tomar la iniciativa? ¿Quién debe elaborar una hoja de ruta?
Sinceramente, no veo otra (utópica) salida que la convocatoria de unas elecciones constituyentes para la UE (y de paso, para España).
Estas elecciones al Parlamento Europeo, después de más de un lustro de crisis, hubieran sido una buena oportunidad...
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