sábado, 7 de enero de 2017

Lecturas de invierno

En estas fechas, sea porque finaliza un año y hay que hacer recuento, sea por pura promoción comercial, proliferan las listas de libros. Mi lista particular está motivada por el recuento y por la buena acogida de Lecturas de verano y se organiza así: 

He seleccionado algunos de los libros leídos en 2016, con la esperanza de que por lo menos uno de ellos os interese. A esa breve selección, añado dos publicaciones periódicas y el propósito firme de leer dos libros en 2017.
                       

Noemí López Trujillo y Estefanía S. Vasconcellos (2016): Volveremos. Madrid, Libros del K.O. Recién sacado del horno (publicado a finales de noviembre), es el primer libro que llega a mis manos sobre los emigrados durante la crisis, una temática que nos atañe a casi todos, porque ¿quién no tiene una novia, un hijo, un sobrino o un vecino que ha tenido que emigrar, y no precisamente por los motivos que sugiere el Ministro de Asuntos Exteriores?


eldiario.es publica (también en papel) unos suplementos o monográficos que merecen ser leídos con detenimiento. De los que han llegado a mis manos, destaco dos: La importancia de la Educación (otoño de 2015) y Periodismo acosado (otoño de 2016), "dedicado a analizar las incertidumbres y oportunidades" del periodismo. Destacamos las firmas de Ignacio Escolar, Jean-François Fogel, Gumersindo Lafuente, Pere Rusiñol, Soledad Gallego-Díaz o Katharine Viner.


Alternativas Económicas. Revista mensual. En su número 41, Andreu Missé entrevista a Joseph Stiglitz. Joaquín Estefanía analiza el declive de la socialdemocracia en la segunda mitad del siglo XX. El "tema del mes" está dedicado a la burbuja del alquiler de la vivienda. Hay también un dossier dedicado a Estados Unidos y una sección "Vida cultural" en la que se comentan libros, películas, convocatorias...
                     
                                            
Valéry Giscard D´Estaing (2016): Europa, la última oportunidad. Editorial Confluencias. Giscard  d´Estaing, presidente  de Francia en los años 70 y de la Convención para el futuro de Europa (2002) mantiene, a sus 90 años de edad, la lucidez suficiente como para clamar contra la "desvergüenza financiera" que dio lugar a la Gran Recesión y para proponer un plan para sacar a Europa de su actual impasse.

                                                     
Jo Guldi y David Armitage (2016): Manifiesto por la historia. Madrid, Alianza Editorial.
 Armitage y Guldi exponen, desde las primeras páginas de su libro, la necesidad de huir de plantear los problemas a corto plazo: "los políticos no planifican más allá de su próxima apuesta electoral" y reivindican la necesidad de plantear las cuestiones a largo plazo:"llama la atención que incluso quienes se han dedicado a examinar el futuro sólo hayan dirigido una corta mirada al pasado".  

                     
Jeff Jarvis (2016): El fin de los medios de comunicación. Planeta, Barcelona.
¿Cuál es el futuro de los medios de comunicación? Nadie lo sabe. Por eso Jarvis se plantea "un ejercicio personal de brainstorming" a profesores, editores, estudiantes de periodismo, expertos en tecnología y a todos aquellos que les importe la información y la sociedad. Y añade: "si no imaginamos muchos futuros, no podremos construir ninguno.


Carmela Ríos ( 2015): Cómo el #15M cambió la información. Libros.com
Carmela Ríos, nos cuenta cómo pasó, casi sin darse cuenta, de trabajar en CNN+ con los medios y métodos de un periodista tradicional, a descubrir Twitter como herramienta periodística y a tuitear el 15M: "Twitter llegó a mi vida para relevar a CNN+ en la necesidad de contar y mostrar las cosas que suceden".


John Lloyd y Cristina Marconi (2015 ) Hablemos de Europa. RIALP, Madrid.
Cuenta la experiencia y los puntos de vista de una treintena de  corresponsales en Bruselas de siete países (Francia, Alemania, Grecia, Italia, polonia, España y Reino Unido) y pone de relieve las dificultades de informar sobre la Unión Europea. Por ejemplo: Los nuevos editores asumen que lectores y espectadores consideran aburridas las cuestiones europeas.


Jean-Jacques Servan-Schreiber (1968): El desafío americano. Plaza & Janés. Barcelona.
Qué ganas tenía de tener este libro en mis manos! Difícil de  encontrar en librerías o bibliotecas, este libro despertó en toda una generación el interés por los asuntos europeos. Publicado diez años después de la puesta en marcha del Mercado Común -en plena Dictadura-  Servan-Schreiber fue una de las primeras voces en alertar de la penetración del capital americano en Europa y de los peligros de que Europa se convirtiera en una "provincia" del Imperio americano.

Julia Cagé (2016): Salvar los medios de comunicación. Anagrama, Barcelona.
En los últimos 30 o 40 años, los medios en general y los diarios en particular se han convertido en las "queridas" de millonarios caprichosos. Como consecuencia, la desconfianza de los lectores y espectadores hacia los medios, sobre todo a partir de la crisis, ha crecido de forma exponencial.
Julia Cagé sostiene que los medios son un pilar fundamental de la democracia y que es preciso buscar un modelo de financiación alternativo al control capitalista actual.

Dos de los libros que me dispongo leer este año son: El Danubio, de Claudio Magris, y Número Cero, de Umberto Eco.


---------------
Noticias relacionadas (publicadas después):
- ¡Volveremos!, de Joaquín Estefanía



14 comentarios:

  1. Hola, Emilio. Feliz año. ¿Qué tal...?

    (•“-”•)

    Se agradece un excelente listado que nos dejas aquí. Es además un complemento de cultura en la convivencia social.

    Considero que la Información (y lo pongo con mayúscula por su relevancia) debería estar protegida, como la Educación, Sanidad y otros organismos públicos, y, con ello, no estar exclusivamente en manos privadas, porque, como vemos cada día, acaba podrida por la corrosión del salvaje capitalismo.
    Una buena parte de la Información debería ser un servicio público sin intervención política.

    Uno de los que nos dejas, me llama más la atención, “Salvar los medios de comunicación”, de Julia Cagé, autora francesa que de momento desconozco, pero ya me estoy informando sobre su contenido y la autora.

    No obstante, a este tipo de ensayos suelo dedicarle muy poco tiempo de mi vida (aun reconociendo su valor) porque al final acabo con dolor de cabeza porque me cuesta entender (cognitivamente) que haya gente tan depravada en el mundo real. Me gustaría vivir en un mundo con un poquito más de empatía.

    Gracias por el contenido. Un abrazo. (•“-”•)

    ResponderEliminar
  2. Lo que apuntas sobre la Información, Juande, de que debería estar protegida es una polémica que arranca de hace tiempo y que no termina de solucionarse: Lo que queda de información pública son la RTVE y las cadenas autonómicas y ya sabemos los resultados: al servicio del partido que gobierna.
    Por supuesto soy partidario de unos medios públicos...bien gestionados. Pero está visto que no somos capaces ni siquiera , después de casi 40 años de democracia, de imitar un poco a la BBC.
    Si te dan dolor de cabeza los ensayos, mi recomendación es que leas Volveremos: recoge testimonios de los españoles emigrados estos años de crisis. Te va a gustar.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. ¿Lecturas de invierno dices?, te lo agradezco infinito porque me suelo guardar las recomendaciones para mejores tiempos.
    Lo malo es que he decidido pasarme al libro eléctronico y estoy en plena pesadilla de entenderme con los de Amazón, y solo en registrarme....que el librito navideño ni se todavía para que sirve.
    Y esto es solo una parte de mi disgusto con los libros, que el otro ha sido descubrir donde van a parar las bibliotecas particulares en caso de herencias y similares.
    A la basura ó al punto limpio. Los libros usados en cantidades no "valen para nada". Es muy fuerte pero real.

    ResponderEliminar
  4. Te deseo buena suerte con el libro electrónico, Carlos. Yo lo he he intentado pero prefiero el papel: me cansa menos la vista, puedo subrayar o hacer anotaciones sobre la marcha, es más cálido...
    Es cierto que grandes cantidades de libros son difíciles de trasladar y que se pierden algunos por el camino. Yo no los llevo al punto limpio. Los dono a bibliotecas escolares o de barrio.

    ResponderEliminar
  5. Gracias, Emilio, por esta lista tuya. Me quedare con las ganas por el momento...
    En cuanto a LOS MEDIOS DE COMUNICACION, desearia fervientemente que fuera como proponeis. Pero como podria realizarse dada la suprema importancia de la manipulacion de la palabra para manipular y controlar a las masas?
    Permanecera al servicio del PODER.

    Yo los libros-papel, que tambien "trabajo", los compro en las tiendas EMAUS a 1/2 euros, como corresponde a una profesora jubilada del ilustrisimo GOBIERNO FRANCES/MINISTERIO DE EDUCACION/AEFE sin pension, mochilera y eternamente en aprendizaje. Largo y contradictorio, No?
    Si no encuentro lo que busco en Emaus, revuelvo en bibliotecas y casas de amigos...

    Un abrazo festivo. Otra fiesta tamul por aqui, PONGAL, la fiesta de la cosecha del arroz.
    Que viva la Fiesta!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En cuanto a los medios de comunicación, Igoa, deberían publicar, según Orwell, lo que alguien no quiere que se publique. Sin embargo se han convertido en "la voz de su amo"...y así no vamos a ninguna parte o mejor dicho, así vamos al desastre. Por eso hoy se escribe tanto sobre medios.
      Profesora jubilada por el gobierno francés si pensión? Huuummm...
      Lo de eternamente en aprendizaje no me parece contradictorio con mochilera, pero sí con lo que cuentas del gobierno francés.
      Los buenos libros hay que buscarlos aunque sea debajo de las piedras.
      Un abrazo y que te lo pases muy bien en el Pongal!

      Eliminar
  6. Espero que las lecturas resulten más o menos amenas, porque algunas parecen un poco espesas, para qué nos vamos a engañar. Celebro que seas tan buen lector y que contagies el hábito de lectura tanto a tus alumnos como a los seguidores de tu blog.

    ResponderEliminar
  7. Hay unos libros más amenas que otros, Fernando. Por eso decía que me conformaba con que uno de los títulos fuera útil. Hay momentos para buscar un libro ameno y hay otros para tratar de conocer un poco mejor cómo es el mundo en que nos movemos. De todo tiene que haber en la viña...

    ResponderEliminar
  8. Mantengo contigo el interés por "Número cero", creo que es el único que no he leído. Y propones uno que entiendo interesante: el de Jeff Jarvis. A por él!!. Un abrazo desde Java.

    ResponderEliminar
  9. Parece que tus comentarios, Blas, llegan en la distancia como las ondas por el aire o como las olas por el mar :)
    Pues si hay uno que te pueda resultar interesante, con eso me conformo.
    Y ya sabes lo que te digo otras veces: Ven pronto...o quédate más tiempo si estás allí mejor, que supongo que sí.
    Un abrazo: emilio

    ResponderEliminar
  10. Siento preocupación por los cambios inevitables que se producen en los medios de comunicación y, por eso, todos los libros que nos recomiendas al respecto son muy interesantes. Pero no creo que Twitter pueda sustituir una buena crónica o un buen reportaje sobre un acontecimiento. Me preocupa que lo que algunos periodistas hacen por las redes sociales sea considerado periodismo. Del periodismo, prefiero un buen relato que me explique bien la realidad, que me traiga vivencias de otras tierras, que destape las tapas de las cloacas, que me acerque al conocimiento o a otros gentes, que me haga ilusionarme con los médicos que han hecho un milagro o con la hazaña diaria de los maestros de una pequeña escuela en un asentamiento peruano... Da igual, pero que no me lo cuenten en 140 caracteres. No siempre es necesaria la inmediatez ni la urgencia en para la información. Aunque quizá Carmela Ríos tenga razón y las cosas están cambiando. En fin...

    Muchas gracias por todas las recomendaciones.

    ResponderEliminar
  11. Pues sí, Celeste, las cosas están cambiando: Antes nos llegaban las noticias por la radio o la televisión y luego leíamos esas noticias ya mejor contextualizadas y comentadas en los periódicos.
    Hoy nos llegan las noticias por las redes sociales donde es difícil distinguir el rábano de las hojas y además en tal cantidad que luego es difícil ampliar esa información en los periódicos, en parte porque hemos descubierto que los periódicos están muy mal.
    En definitiva: informarse bien cuesta dinero y esfuerzo y no todo el mundo está por la labor.
    Particularmente me parece interesante Twitter para dar un titular o para mostrar una foto de algo que está pasando. Eso me lleva a buscar más información sobre un tema que me interesa. Pero no creo en el periodismo de tuits. Estoy de acuerdo en que el buen periodismo es el que, además de traernos la noticia, trata de explicarnos las cosas.
    Gracias por pasarte y un abrazo.

    ResponderEliminar