domingo, 21 de diciembre de 2014

Diario de Loles, princesa de los interin@s (19-5-2008)


Escrito por: Emilio Fuentes Romero el 19 May 2008 - URL Permanente



No sé a qué hora suena el despertador en casa de Loles, pero cuando llego a mi trabajo a las 8:15 suele estar ya trabajando en su ordenador.

- Estos días tengo que llevar a mi hija a San Pedro (unos 35 Km ida y vuelta) porque está haciendo un cursillo y como regreso un poco antes, aprovecho para pasar las faltas y hacer informes antes de que empicen las clases...

De 8:30 a 15, Loles sigue su jornada normal de trabajo, si es que esto se puede decir de cierto grupos y alumn@s de ESO. Al comenzar el curso, pidió que no le dieran cursos de Bachillerato porque tenía que preparar oposiciones.

No se queja mucho de su trabajo, pero algunos días, al cruzarnos en los pasillos en los cambios de clase, se le escucha rezongar:

-Ofú, qué hartura. Estos niños están imposibles...

No se entretiene al finalizar la jornada. En su casa le esperan otras tareas. Tiene que preparar la comida para su marido, Jorge; para su padre, Andrés; y para su hija, Adela. Sus otros dos hijos, Carlos y Cristina, están en la Universidad y sólo vienen algunos fines de semana.

Jorge, su marido, está prejubilado. Hasta hace unos años administrativo en una notaría, sufrió recientemente un ataque al corazón. El hombre ayuda en lo que puede.

Andrés, su padre, vivía con la familia desde que enviudó hace unos años, pero en los últimos meses su salud había sufrido un rápido deterioro y se hizo necesario buscar una residencia.

Durante las últimas semanas, hemos visto a Loles haciendo todo el papeleo y, a pesar de las medidas para la compatibilidad del trabajo y de la vida familiar (1), esas tareas no son motivo para justificar ni una hora de falta al trabajo.

Ni siquiera el día que ingresó a su padre en la residencia y que necesitó pasar tres entrevistas a lo largo de la mañana constituyen un motivo para faltar. El justificante firmado por la directora de la residencia no sirvió para nada.

Normalmente, Loles dedicaba las tardes a las tareas de la casa. Ya sabéis, hay que poner lavadora, planchar, preparar la cena... y, cuando es posible, sacar un par de horas, después de cenar, para preparar las oposiciones que serán a finales de junio.

Pero ahora la situación ha cambiado. Las horas en las que podrá estar con su padre son de 17 a 19, con lo cual todo su programa deberá sufrir una notable alteración.

De sus fines de semana, ya os hablaré en otra ocasión porque no me gustaría cansaros. Pero en definitiva, no creo que sean muy diferentes al resto de la semana...

¿Por qué cuando pienso en Loles me viene la imagen de Edurne tratando de coronar uno se sus 'ochomiles'?



(1) Ley 39/1999, de 5 de noviembre, para promover la conciliación de la vida familiar y laboral de las personas trabajadoras http://www.mtas.es/insht/legislation/L/l39fami.htm
PD. Dedico este post a tod@s los profesores que, trabajando por una educación de calidad, han apoyado la huelga del día 21 de mayo.

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