Granada es una ciudad moderna con un ferrocarril antiguo, en la que hasta el tendido eléctrico brilla por su ausencia. Tanto en los accesos...
Como en la propia estación...
Son seguramente, con escasos cambios, las mismas instalaciones del tren que Miguel Ríos cantara hace más de cuarenta años:
Vuelvo a Granada / vuelvo a mi hogar / El tren va muy despacio / hay mucho tiempo para llegar. / La gente duerme en el vagón...
Para el visitante, para el turista, resulta inaudito que la ciudad de La Alhambra, el monumento más visitado de España, esté en estas condiciones y no quiere llegar a pensar que esta situación se debe a una lucha sin cuartel entre PP (desde el Ayuntamiento) y PSOE (desde la Junta de Andalucía).
El caso es que, por este y otros motivos, el presidente de la Confederación Granadina de Empresarios, Gerardo Cuerva, no ha podido aguantar más y ha estallado:
Los empresarios estamos hartos de las guerras políticas que paralizan Granada desde hace décadas.
Se puede decir más alto, pero no más claro.
Bienvenido al club de los indignados, sr. Cuerva, al que esta misma semana se han sumado los jueces. En parte, por la ola de suicidios relacionados con los desahucios . Pero en parte también, todo hay que decirlo, por un dictamen del Tribunal de Justicia de la UE (TUE).
Como en la propia estación...
Son seguramente, con escasos cambios, las mismas instalaciones del tren que Miguel Ríos cantara hace más de cuarenta años:
Vuelvo a Granada / vuelvo a mi hogar / El tren va muy despacio / hay mucho tiempo para llegar. / La gente duerme en el vagón...
Para el visitante, para el turista, resulta inaudito que la ciudad de La Alhambra, el monumento más visitado de España, esté en estas condiciones y no quiere llegar a pensar que esta situación se debe a una lucha sin cuartel entre PP (desde el Ayuntamiento) y PSOE (desde la Junta de Andalucía).
El caso es que, por este y otros motivos, el presidente de la Confederación Granadina de Empresarios, Gerardo Cuerva, no ha podido aguantar más y ha estallado:
Los empresarios estamos hartos de las guerras políticas que paralizan Granada desde hace décadas.
Se puede decir más alto, pero no más claro.
Bienvenido al club de los indignados, sr. Cuerva, al que esta misma semana se han sumado los jueces. En parte, por la ola de suicidios relacionados con los desahucios . Pero en parte también, todo hay que decirlo, por un dictamen del Tribunal de Justicia de la UE (TUE).
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