Muchas veces nos quejamos de que la televisión española está invadida por el sensacionalismo y lo espectacular, por el amarillismo y lo obsceno; de que la vulgaridad de ciertos programas del corazón se extiende a otros programas; que en agosto la calidad de los programas está bajo mínimos...
¿Ocurre lo mismo en Europa? Es difícil generalizar, pero después de leer ¡Otra televisión es posible!, de Philippe Meirieu (en la imagen de la derecha), nos damos cuenta de que nuestra tele no es, al menos, muy diferente a la de Francia:
1. Descubrimos que el 86% de los franceses ven la TV a menudo y que el aparato pasa encendido en cada hogar un promedio de 5 horas y 36', datos muy similares a los españoles.
2. La televisión no es objeto de debate público. Por ejemplo, a la hora de introducir la TDT, Meirieu afirma que hubiera sido un buen momento para plantear el papel de la TV en la sociedad del conocimiento y abordar temas como el papel de la TV pública y la cultura, la información y los debates públicos, los límites de la industria publicitaria, los programas destinados a los jóvenes...
3. Tras revisar la posición de los principales partidos respecto a la TV, constata que sus propuestas "no están a la altura de los desafíos" y propone que se inicie con urgencia un debate público sobre la TV que aborde, entre otros, los siguientes temas:
- La lucha contra la violencia: Meirieu calcula que un niñ@ francés de 14 años ha visto unos 18.000 asesinatos en televisión.
- El funcionamiento de las cadenas: derechos y deberes, el papel del Estado y servicio público, según el protocolo de Amsterdam (1).
- La articulación de televisión y educación: La TV proporciona a los jóvenes "una imagen del mundo que, lejos de impulsarlos a crecer y a cultivarse, los invita a dejarse llevar por la mediocridad y la ignorancia" (p.47).
La lectura de Meirieu pone de relieve la siguiente paradoja: Tenemos una televisión de baja estofa que está contaminando nuestro medio ambiente social, pero la TV podría ser una formidable herramienta democrática.
¿Por qué debemos conformarnos con esta televisión?
-------
Notas:
(1) El protocolo de Ámsterdam (1997) rige el sistema de radiodifusión público en la UE. En él se plantea que "la radiodifusión del servicio público en los estados miembros está directamente vinculada a las necesidades democráticas, sociales y culturales de cada sociedad así como a la necesidad de preservar el pluralismo de los medios".
¿Ocurre lo mismo en Europa? Es difícil generalizar, pero después de leer ¡Otra televisión es posible!, de Philippe Meirieu (en la imagen de la derecha), nos damos cuenta de que nuestra tele no es, al menos, muy diferente a la de Francia:
1. Descubrimos que el 86% de los franceses ven la TV a menudo y que el aparato pasa encendido en cada hogar un promedio de 5 horas y 36', datos muy similares a los españoles.
2. La televisión no es objeto de debate público. Por ejemplo, a la hora de introducir la TDT, Meirieu afirma que hubiera sido un buen momento para plantear el papel de la TV en la sociedad del conocimiento y abordar temas como el papel de la TV pública y la cultura, la información y los debates públicos, los límites de la industria publicitaria, los programas destinados a los jóvenes...
3. Tras revisar la posición de los principales partidos respecto a la TV, constata que sus propuestas "no están a la altura de los desafíos" y propone que se inicie con urgencia un debate público sobre la TV que aborde, entre otros, los siguientes temas:
- La lucha contra la violencia: Meirieu calcula que un niñ@ francés de 14 años ha visto unos 18.000 asesinatos en televisión.
- El funcionamiento de las cadenas: derechos y deberes, el papel del Estado y servicio público, según el protocolo de Amsterdam (1).
- La articulación de televisión y educación: La TV proporciona a los jóvenes "una imagen del mundo que, lejos de impulsarlos a crecer y a cultivarse, los invita a dejarse llevar por la mediocridad y la ignorancia" (p.47).
La lectura de Meirieu pone de relieve la siguiente paradoja: Tenemos una televisión de baja estofa que está contaminando nuestro medio ambiente social, pero la TV podría ser una formidable herramienta democrática.
¿Por qué debemos conformarnos con esta televisión?
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Notas:
(1) El protocolo de Ámsterdam (1997) rige el sistema de radiodifusión público en la UE. En él se plantea que "la radiodifusión del servicio público en los estados miembros está directamente vinculada a las necesidades democráticas, sociales y culturales de cada sociedad así como a la necesidad de preservar el pluralismo de los medios".
23 comentarios Escribe tu comentario
Rafael dijo
seguramente no hay muchas diferencias entre la televisión de unos países y otros. Basta ver Slumdog Millonaire, y sorprenderse con lo familiar que nos resulta un programa de la televisión india. Quienes hacen televisión son listos, muy listos; saben qué es lo que gusta a la gente, lo que hace que se queden pegados a la pantalla mientras pasan la publicidad, que es lo que da dinero, y se copian unos a otros. A partir de aquí los debates son dos: en primer lugar, qué papel han de jugar los poderes públicos como productores de televisión; esto es, qué inversión se ha de hacer en televisión y a dónde se tiene que orientar. Yo soy partidario de las televisiones públicas, siempre que exista un amplio consenso sobre su función y contenidos, que deberían ir dirigidos a promover la cultura y los valores fundamentales de la sociedad.
El segundo tema es cómo y en qué grado han de influir los poderes públicos en los contenidos televisivos. Esto es delicado, porque hay que evitar caer en la censura. Ahora bien, el escrupuloso respeto a los horarios infantiles debería ser básico.
Fuera ya de lo estrictamente televisivo hay un tercer debate: la educación. Si la sociedad está formada por personas educadas, cultas, la televisión basura no prosperará. Para mi este el punto más importante, porque si hay público la televisión basura no desparecerá.
Saludos, amigo.
Armando Alonso dijo
1.- Es un medio de comunicación magnífico para amaestrar a la gente.
2.- El telespectador es un sujeto pasivo que se traga todo lo que le ponen enfrente.
3.- El mando a distancia es un artilugio que nos permite, sin esfuerzo alguno,cambiar de canal, pero no encontar alguno con un contenido que no tienda a manipularnos.
4.- La TV. no genera interactividad, ni diálogo, ni intercambio de pensamientos ideas o ideales. Ni invita al esfuerzo intelectual. Y todo esto lo conocen perfectamente los poderes que dominan las TV's.
5.- Los propietarios de TV's privadas lanzan sus mensajes (y no solo los publicitarios), con el sesgo conveniente, de acuerdo con sus inclinaciones políticas o religiosas, para su asunción inmediata y eficaz por parte del pasivo televidente.
6.- Las TV's públicas españolas son manipuladas descaradamente por los partidos políticos en el poder, para conseguir sus particulares intereses. El protocolo de Amsterdam debe de ser el gran desconocido de nuestros políticos.
7.- Estoy de acuerdo con Meirieu: la actual TV, contamina peligrosamente a nuestra sociedad y podría ser una formidable herramienta democrática. ¡Ojala que juntando opiniones como la suya e inquietudes como las nuestras, seamos capaces de conseguirlo!. Pero difícil,... es un huevo de difícil.
Un esperanzado abrazo.
emilio dijo
Ahora, después de leer tu comentario y el de Armando, tengo más claro que sólo por eso merece la pena...
Slumdog es una peli que ya de por sí requiere un post.
El Estado como promotor de cultura: por supuesto. Pero ´si entendemos cultura en sentido amplio -y no sólo Mozart, etc- por qué no exigirla también a las privadas?
Hoy mismo puedes leer en el pais que tele5 dedica más de 3 horas diarias a programas del corazón. No sé cómo habrán hecho la medición porque yo tengo la sensación de que son mucho más de 3 horas...
En cuanto al 2º tema, el respeto a los derechos del menor, son vulnerados diariamente, impunemente y...sin reclamación alguna por parte de colectivos como padres, asociaciones, etc
A este paso, la telebasura no va a desaparecer. Va a ir in crescendo. tele 5 puede que mejore su cuenta de resultados. pero a costa de...
emilio dijo
Estoy a favor, cuando dices que la tv no genera interactividad ni diálogo. Incluso si llevamos más allá este argumento, ès posible decir que la tv, en cierto modo, nos aísla: antes era frecuente comentar los programas, las novedades. No sé si estoy en lo cierto, pero tengo la impresión de que, de un tiempo a esta parte, ya ni comentamos los programas y, si lo hacemos es de una forma muy superficial.
No estoy de acuerdo cuando afirmas de forma generalizada que las televisiones públicas están manipuladas descaradamente por los partidos políticos. Esto tal vez -digo tal vez- para telemadrid (que veo en ocasiones) o para otros canales autonómicos.
Pero me parece que es justo reconocer que TVE está haciendo un gran esfuerzo para desmarcarse de esta "tradición".
Ay, Armando! si fueramos capaces de hacer ver la potencia contaminante de ciertos bodrios televisivos...!
elefanteblancoster dijo
¿Otra televisión es posible? Por supuesto que sí, como es posible otro mundo, pero quienes tienen poder para cambiarlo no desean hacerlo, y quienes podrían reivindicar ese cambio no conocen otras alternativas gracias, en parte, a lo que la televisión ofrece.
Gracias y un abrazo.
emilio dijo
Encarna H. dijo
En fin, mucho trabajo por delante.
Por cierto Emilio, te mando pronto el cuestionario, para cualquier cosa escribeme a mi dirección provisional de contacto que he puesto en mi blog, pues me he encontrado un problemón con mi gestor de correo y de alojamiento al volver de viaje (no puede una despistarse ni unos días!)
Abrazos campeón
emilio dijo
Ahora mismo, no sé si lo he dicho antes en algun comentario, estoy en Granada y te escribo desde un cíber, así que no te des demasiada prisa con el cuestionario.
Espero que tengas pronto resueltos los problemas con tu correo. Hasta pronto: emilio
Encarna H. dijo
Emilio Fuentes Romero dijo
Ulises dijo
emilio dijo
Cadenas como tele5 aprovechan cualquier resquicio para bajar el listón.
El problema no es sólo que esos programas se dirigen a un sector de población de bajo nivel cultural. El problema es que generan una contaminación social -y los más perjudicados son los menores y los jóvenes- en la que la abulia y el desprecio a cualquier tipo de valores están a la orden del día.
Juanjo Albors dijo
¿Solución? ¿Una dictadura? No, ¿verdad?. Pues a luchar en lo posible por la educación continuada que aumente las exigencias de nuestro entorno.
Un abrazo, Emilio
emilio dijo
Estoy de acuerdo con buena parte de lo que dices, pero voy a fijarme en la parte final de tu comentario, donde aportas tu solución al problema: +educación.
¿ te das cuenta, JJ., que todo el mundo le echa a la educación la solución de los problemas? Ya se hable de trafico, de urbanismo, de consumo de sexualidad, d medio ambiente, de política...
¿Cómo le ponemos al niño?
Otro abrazo para tí, JJ y...no te pierdas!
Juanjo Albors dijo
Pero hay un peligro en todo esto, un peligro de elitismo: Cuanto mayor sea la cultura y sensibilidad artística de una persona más podrá disfrutar de la cultura y el arte universales pero también le resultará más insoportable la vulgaridad y banalidad que le rodea.
emilio dijo
Para no andar por las ramas: pertenezco al grupo Comunicar que lleva más de 20 años intentando introducir primero la prensa, luego la TV, después Internet en el currículum escolar. No puedo contarte aquí la historia (si tienes interés puedes buscar la web del grupo) pero sí te diré que hemos conseguido escasos avances. Los justos para no arrojar la toalla.
emilio dijo
En este contexto, adquiere mayor relieve las propuestas de Meirieu: "La televisión no es objeto de debate público. Por ejemplo, a la hora de introducir la TDT, Meirieu afirma que hubiera sido un buen momento para plantear el papel de la TV en la sociedad del conocimiento y abordar temas como el papel de la TV pública y la cultura, la información y los debates públicos, los límites de la industria publicitaria, los programas destinados a los jóvenes..."
fernandomaria dijo
Cuando llegaron las privadas a España pensé, creo que como muchos más, que sería una maravilla poder elegir entre varias cadenas; creo que me equivoqué grandemente y hoy me sobran la práctica totalidad de las mismas.
emilio dijo
Tengo curiosidad por ver la programación de TVE -y las autonómicas- sin publicidad.
Respecto a este tema, tampoco lo tengo muy claro: creo que se debería haber suprimido parcialmente o gradualmente la publicidad de TVE. Por eso digo: Ya veremos!
merhum dijo
Respecto a las TV de nuestros vecinos, conozco sobre todo la portuguesa (privadas y públicas) y es igual que la nuestra. Algo a favor es que no traducen las pelis, sólo le ponen los subtítulos, y eso favorece el aprendizaje de idiomas.
Creo que o hay demasiados intereses en crear una juventud atontada con la telebasura o una despreocupación total al respecto, aunque creo que hay una combinación de ambas cosas.
Digo yo que algo se podrá hacer, ¿no?
Un abrazo.
emilio dijo
1. Algunos estamos ya tan quemados de la mala tv que hemos optado por no verla. Es una salida, pero eso no debería ser así: tenemos derecho a una televisión de calidad y deberíamos ser exigentes.
2. Sobre las noticias en la tele, merece un post aparte. No suelo ver las noticias de Antena3. hace unos días vi un telediario presentado por matias prats y me quedé alucinando.
3. Lo que dices de los alumnos es un tema muy serio del que nadie -administracion, politicos, padres, programadores- quiere saber nada. No creo que hayaun proposito declarado de alcanzar el atontamiento de los zagales. Pero que lo están consiguiendo, sí que es verdad.
4. Me gusta ese apunte que haces sobre la tele portuguesa y me gustaría que otros tertulianos comentaran algo sobre la tele en otros países europeos.
5. Creo que sí se pueden hacer cosas: una de ellas, no digo que sea la primera ni la única, colaborar con las asociaciones de telespectadores (ATEA) y de usuarios (AUC). Otra es organizar charlas en los centros de enseñanza sobre este tema. También escribir cartas a los periódicos, al defensor del lector, del telespectador, exigir nuestra participación en las televisiones locales...
blasftome dijo
Sin entrar en un gran debate (venía a leer tus certeras e inteligentes entradas), creo que en esta frase hay una gran verdad.
No toda, es cierto.
Un abrazo (y sigo leyendo).
emilio dijo