"La nueva Europa ha empezado ya a moverse después de las últimas elecciones europeas..." (José Andrés Rojo, redactor jefe de Opinión de El País).
¿En serio? La impresión es que la UE, tras las elecciones, ha entrado en una fase de interinidad que se prolongará al menos hasta noviembre, cuando von der Leyen, Lagarde, Borrell y Charles Michel tomen posesión, respectivamente, de la presidencia de la Comisión Europea, el BCE, el "Ministerio" de Asuntos Exteriores y el Consejo Europeo.
A las pruebas me remito: Las reacciones de las instituciones europeas ante las dos crisis más importantes durante el mes de agosto (Open Arms y cierre del Parlamento británico por Boris Johnson), podrían calificarse, como mínimo, de muy débiles.
Protesta en Londres contra el cierre del Parlamento británico (AFP/El País)
En el mes de agosto, no hemos visto una sola comparecencia pública del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Es cierto que el día 18 fue operado de vesícula, pero se podrían esperar unas declaraciones desde Austria, donde veraneaba antes de su operación. Después de ésta, solo tenemos noticias de su respuesta ayer a la carta de Sassoli.
En caso de indisposición del presidente de la Comisión, su primer vicepresidente, Frans Timmermans, podía haber tomado el relevo. Pero, que sepamos, tampoco ha comparecido ante los medios.
¿Y los comisarios? También en funciones...y algunos de ellos, supongo, buscando empleo. El caso es que Neven Mimica (Comisario de Cooperación Internacional y Desarrollo), Christos Stylianides (Ayuda Humanitaria y Gestión de crisis) o Dimitris Avramópulos (Migración, Asuntos internos y Ciudadanía) tampoco se han prodigado.
Y qué decir de Donald Tusk, presidente en funciones del Consejo Europeo? Tan solo podemos decir que "(Boris) Johnson previsiblemente se verá las caras con Tusk y Juncker en la Cumbre de Naciones Unidas..."
¿Dónde, en Bruselas? No, en Nueva York. ¿Cuándo, mañana? No, a finales de septiembre. Las cosas de palacio...
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- La respuesta de Bruselas a Londres se resume en un twit
¿En serio? La impresión es que la UE, tras las elecciones, ha entrado en una fase de interinidad que se prolongará al menos hasta noviembre, cuando von der Leyen, Lagarde, Borrell y Charles Michel tomen posesión, respectivamente, de la presidencia de la Comisión Europea, el BCE, el "Ministerio" de Asuntos Exteriores y el Consejo Europeo.
A las pruebas me remito: Las reacciones de las instituciones europeas ante las dos crisis más importantes durante el mes de agosto (Open Arms y cierre del Parlamento británico por Boris Johnson), podrían calificarse, como mínimo, de muy débiles.
Protesta en Londres contra el cierre del Parlamento británico (AFP/El País)
En el mes de agosto, no hemos visto una sola comparecencia pública del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Es cierto que el día 18 fue operado de vesícula, pero se podrían esperar unas declaraciones desde Austria, donde veraneaba antes de su operación. Después de ésta, solo tenemos noticias de su respuesta ayer a la carta de Sassoli.
En caso de indisposición del presidente de la Comisión, su primer vicepresidente, Frans Timmermans, podía haber tomado el relevo. Pero, que sepamos, tampoco ha comparecido ante los medios.
¿Y los comisarios? También en funciones...y algunos de ellos, supongo, buscando empleo. El caso es que Neven Mimica (Comisario de Cooperación Internacional y Desarrollo), Christos Stylianides (Ayuda Humanitaria y Gestión de crisis) o Dimitris Avramópulos (Migración, Asuntos internos y Ciudadanía) tampoco se han prodigado.
Y qué decir de Donald Tusk, presidente en funciones del Consejo Europeo? Tan solo podemos decir que "(Boris) Johnson previsiblemente se verá las caras con Tusk y Juncker en la Cumbre de Naciones Unidas..."
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